lunes, 29 de diciembre de 2014

Los hombres también lloran

Hoy me siento especialmente empática, sobre todo con la desazón masculina.

Creo que sienten la sacudida del nuevo paradigma igual que nosotras. Ese que golpea los pilares conocidos pero obsoletos del patriarcado mamado desde hace más o menos 5000 años.

Están igual de perdidos y desconcertados. Pero esto es bueno. Sólo significa que sienten, que aunque se resistan y tengan miedo, algo se mueve dentro, lo cual no deja de ser un regalo.

Sugiere movimiento, desatasque de emociones, vida.

Se hacen los fuertes, independientes y autosuficientes, y aunque sea cierto, a veces pecan de soberbia. Se creen con el poder para juzgar a los otros, ponen límites, limitándose a ellos mismos, e intentan defender las teorías que creen suyas pero que han leído en libros de otros.

A pesar de ser inteligentes, sensibles y dulces, y sentir que se comen el mundo, se siguen comparando, arraigados en ideas fijas, pensando que han llegado a ellas por sí mismos, que les ha costado lo suyo, por eso se quedan ahí pegados, defendiéndolas a capa y espada.

Asusta mucho abrirse a nuevas teorías, sobre todo si hacen tambalear el castillo que desde niños han construido con el cemento y los ladrillos que otros le prestaron, cargados de sus ideas y prejuicios. Por eso se niegan a leer otras versiones, a contrastar, "¿y si descubro que mamá y papá se equivocaban, que lo que me contaron en el colegio y en la universidad, y he creído gran parte de mi vida, es mentira?". Piensan, luego existen.

Y aunque la infancia y la adolescencia hayan estado marcadas por la rebeldía, haciéndoles sentir que son super-héroes que se han separado del clan por marcar su territorio y derechos, no deja de proceder de un corazón herido por mamá.

Mamá, esa mujer a la que adoran e idolatran, pero que también es humana, y también se ha creído los cuentos de otros. Les dio la vida, pero no la teta, en sentido literal o no. No sintieron ese torrente de oxitocina correr por sus venas, la hormona del amor que se produce a borbotones cuando abrazamos, besamos, hacemos el amor, acariciamos o amamantamos, llenándoles y cargándoles de amor. Cuando digo teta, digo amor incondicional, ese que te acepta, el que no te pide que seas otro, el que te dice "te amo tal y como eres".

Y así van por la vida, con corazones rotos, pendientes del qué dirán, y diciendo a gritos "Yo me expreso tal y como soy, y por eso no soy malo. Yo soy valiente, pero a veces tengo miedo y te necesito. Quiéreme a mí, por favor, no al que te imaginaste que sería"

Todo esto que he escrito es mi opinión, como ocurre en todas las reflexiones que comparto con el mundo.

Igual yo también estoy contaminada con las letras que he leído en otros libros.

Aún así, apelo a mi derecho de expresión. Eso sí, desde el corazón, siempre desde el corazón.

Que es humano también, y que por tanto puede estar equivocado. Lo acepto, y me la pela. Porque no tengo el peso de la coherencia, no soy de ideas fijas, y no venero ninguna creencia.

Creo en todo y en nada, porque todo cambia, incluso yo. La que fui ayer, no es la que soy hoy. Por eso pongo la mano en el fuego o no si me sale del coño, responsabilizándome de mis quemaduras y sabiendo que nadie responde por mí, sólo yo.

Por eso no creo en las promesas, porque quien me prometió algo ayer, igual hoy ya no existe. Por eso no espero nada de nadie, ni siquiera que me entiendan, ni siquiera que no me den por culo.

Si esto te resuena y remueve tu mierda con tus flores, te sugiero que pienses porqué así sucede, antes de joderme sin poya y sí con poyadas.

De todos modos, la que soy hoy, te quiere mucho, aunque sepa que se está quemando, aunque no sepa si te quiere en su vida, aunque no sepa si quiere a otros en su vida.

La que soy mañana, aún no la conozco, así que no te pro-meto nada.


viernes, 19 de diciembre de 2014

Mis tesoros prestados

Hay gente a la que le encanta quedarse dormida escuchando el sonido del mar, otras prefieren las ramas y las hojas susurrantes mecidas por la brisa. Y yo, yo adoro entregarme a Morfeo sintiendo la respiración de mis hijas, una a cada lado de mi cuerpo de mujer prestado de madre.

Qué rico cuando se desvelan y me descubren mirándolas entre las sombras iluminadas de la noche. Sonríen y vuelven a dormirse llenas de paz. Se sienten ad-miradas, protegidas, deseadas, amadas.

Estoy perdidamente enamorada, encontrándome paradójicamente a través de ellas, de su entusiasmo, de su inocencia, de su pureza, de sus miedos, de su amor.

Salma y Maya, Maya y Salma, da igual el orden porque el desorden es su virtud. Aunque a veces me saque de quicio, intento siempre recordar que no lo hacen a posta, simplemente es su manera de aprender, de experimentar, de relacionarse con lo desconocido.

¿Cómo pueden ser tan distintas habiendo sido paridas por la misma madre y creadas con la ayuda del mismo padre? No hablaré de ellas por separado, podría caer en el sucio e injusto error de la comparación, algo que odio. 

Sé que merecen ser amadas tal y como son, sin diferencias. Cada una es particularmente única.
Una mezcla perfecta de su madre y de su padre. Me hace mucha gracia descubrir rasgos de su papá en cada una de ellas. La genética no es determinante, pero a veces es la ostia.

Es increíble el poder de reconciliación que ejercen sobre mí con respecto a su padre, sin palabras, sin actos, tan sólo con su presencia. Cualquier diferencia que pueda aparecer entre mi él y yo, se desvanece al pensar en el amor que en dos ocasiones se conjugó tan lindo para dibujar estos hermosos seres de luz.

Cada día, instante a instante, me esfuerzo por ser la guardiana de esa luz. A veces no soporto a la antipática de mi sombra, no se deja abrazar por tan precioso brillo. Entonces me voy a las mazmorras de casa, al garaje, y cierro la puerta, para que no me oigan gritar y romper los cepillos de peinar que lanzo contra el suelo, porque no soporto la frustración y el cansancio que provoca en mí tanta responsabilidad. Así me quedo fresquita, y regreso al salón con mi sonrisa semiverdadera.

Y justo cuando vuelvo a confiar en mí como madre, se me olvida el gorro de Papá Noel para la actuación del cole, o pago la excursión de Navidad justo el día antes. Pero el susto se me quita rápido cuando ellas, intuyendo mi desborde mental, me miran y me sonríen con dulzura.

Gracias a la vida, en casa no tenemos el peso de la perfección. Tenemos tres altares llenos de hermosas imperfecciones que adornamos y cuidamos todos los días, nuestros cuerpitos de niña-mujer.

Ya sé que no depende sólo de mi, que hay un mundo inmenso lleno de personas buenas y menos buenas que las rodea, pero siempre intentaré ser el hogar donde se puedan emberijar si alguna vez lo necesitan. Les cuento historias de héroes-villanos y de villanos-héroes, para que no se queden con la primera impresión, pero sí con el primer instinto.

Entiendo que no me pertenecen, igual que yo a ellas tampoco. Aún así las amo igual que a mi propia vida. Doy gracias todos los días mil quinientas veces por tremendo préstamo que el amor me da. 

Las abrazo, las beso, las acaricio, me las como sin cubiertos, como deben comerse las madres educadas a sus cachorr@s. Como se come Maya mis tetas muy de vez en cuando. Sí, todavía. Y sí, sé que ya no dan leche, pero siguen dando y darán siempre mucho amor. me lo pida o no. Nunca le voy negar ese derecho. Tengo la teoría de que si todos de pequeños hubiésemos mamado hasta jartarnos, ahora tendríamos más criterio antes de chupar cualquier sucedáneo de amor que nos ofrezcan por ahí.

Les muestro mi cuerpo de mujer, mi menstruación, y les recuerdo amar el suyo desde ya, que algún día se parecerá al mío. Ellas lo miran con curiosidad y amor. Me besan, me abrazan, me huelen y me muestran su complicidad incondicional.

Me dicen que soy la mejor madre del mundo, la que mejor huele, la más cariñosa, la más feliz y la más loca.

Jajajajaja.... Qué bueno tener la valentía de mostrarme tal y como soy y la fortuna de ser elegida y aceptada por mis diosas de luz.


sábado, 6 de diciembre de 2014

Las madres también follan

- No deberías escribir estas cosas, tienes dos hijas pequeñas.
- Entiendo lo que quieres decir, ¿pero sabes qué? Las madres también follamos, de hecho, l@s niñ@s nacen porque sus padres follan.

Esta conversación la tuve hace unos días con una amiga, y de ella nació este cuento....

"Ya no hacemos el amor. Decidí que era lo mejor.

No pudiste con mi multipolaridad, la que mezcla misticismo con erotismo, locura con coherencia, optimismo con realidad, maternidad con sexo.

Y yo no pude con la tuya, la que mezcla deseo con indecisión, ganas virtuales con distancia real, amor con cobardía.

Pero no nos lo tengo en cuenta, porque disfrutamos muchísimo. Nos compartimos, y eso lo agradezco infinito. Por eso voy a regalarte mi memoria de nuestro último encuentro.

Hacía un calor insoportable ese día. Concretamente era un 69 de agosto de 6969.

Yacíamos felices entre mil y una dunas, sin 40 ladrones que nos molestaran alrededor.

El sol era de justicia, totalmente injusto con nuestra piel desnuda y entregada a la fuerza de la naturaleza que ese día se mostraba a través de los rayos del astro rey.

Rayos descarados que me penetraban sin permiso, poniéndome muy cachonda, humedeciéndome cada vez más y más. Sublime paradoja ésta, ¿eh?

Aún así, mis labios superiores sí que estaban secos, por lo que giré sobre mi cuerpo para alcanzar la nevera y beber un poco de agua.

Entonces tú despertaste de tu siesta, empinado, como se suelen despertar los hombres que desean cuerpos caramelo.

Me viste tumbada sobre mi costado izquierdo, y no evitaste el pegarte a mí para acariciarme con tu piel.

Agarraste una de mis nalgas y la levantaste, haciendo más fácil el camino de tu espada sedienta de sangre. Pero de una sangre distinta esta vez, la sangre que a diferencia de otras, proviene de la vida, no de la muerte.

En ese momento apareció la única tipa que no soporto a nuestro lado, mi mente. Me decía que no estaba bien lo que hacía, que ya era madre, que no debería disfrutar del sexo, y menos si no era con el padre de las niñas. Que la gente hablaría de mí si se enteraran, que me dirían de lo peor, que ni siquiera tú me tomarías en serio.

Sacudí mi cuerpo para sacarla de mí, me giré por completo y levanté mis caderas, quería sentirte en toda tu inmensidad. Tú agarrabas mi cintura y seguías la coreografía que yo inventaba para los dos, interrumpiendo muy de vez en cuando para introducir algunos pasos de cosecha propia.

Nos movíamos totalmente extasiados el uno para el otro. Me hiciste saber que no aguantarías mucho más, así que te saqué de mí sin tu rendición. Todavía no había llegado el final de la batalla para mí.

Tú te quedaste sentado sobre tus piernas, acariciando tu sexo suavemente. Con la cara de un niño resignado al que acaban de quitarle su juguete preferido. Me mirabas tan lindo, me encanta cuando te rindes, cuando aceptas mi ritmo y me esperas paciente, sonriéndome de esa manera pícara que me vuelve loca.

Entonces quité tu mano dulcemente y agarré tu falo con una fuerza suave, una fuerza que conjugaba pasión y ternura. Lo paseé largo rato por mi vulva, para hacer crecer su deseo, directamente proporcional a su tamaño, hasta que lo sentí nuevamente firme. Lo introduje despacito en mí, sintiendo la intensidad de cada recorrido cálido.

Así bailamos largo rato. Mientras  revolvía tu pelo y te clavaba mis uñas rojas en tu espalda, tú mordías mis labios y chupabas mis pezones. Y de nuevo la tipeja habló, esta vez a ti. Te susurraba que no lo hicieras, que las mismas tetas que ahora lamías, habían alimentado a mis hijas durante seis años.

¡Maldita reprimida amargada! Pero ya era demasiado tarde, imposible parar el deseo de nuestros cuerpos. Ellos sí saben, saben del sentido de la vida. El que se alimenta del bienestar y la complementación.

Y guiados por ellos nos subimos a la cresta de la ola que provocaron nuestros fluidos tan gustosamente mezclados al unísono. Marcando mi útero con gritos de placer, el mismo placer que fue marcado en él con mis alaridos al parir.

Mi útero no discrimina ningún ruido que provenga de la vida, por eso no se siente culpable. Sabe que pertenece a una mamífera sana, que se permite sentir el gustazo que provoca tanto el parir a sus cachorras como el encuentro con su amante.

Sabe que es el útero de una mujer que resurgió de las cenizas donde fueron quemadas sus ancestras, injustamente acusadas de brujas, locas, putas y curanderas.

Brujas, por estar conectadas con la memoria ancestral, por reconocer y poder comunicarnos con almas encontradas de otras vidas y hacer alquimia juntas.

Locas, por ser libres al expresar lo que sentimos sin tapujos y felices, enseñando el culo a los problemas que otros nos inventaron.

Putas, por copular con el misterio, por entregarnos sin miedo a arriesgar, por jugar con experiencias nuevas, poniendo toda la carne en el asador.

Curanderas, por sanar al prójimo, por acompañar a la mujer que pare, por fundirnos con la naturaleza y absorber su sabiduría innata, compartiéndola así con el mundo"










martes, 2 de diciembre de 2014

Poya se escribe con "ll"

Un amigo me dijo que poya se escribe con "ll". Así que lo busqué en el diccionario y miren lo que encontré.

Polla: Gallina nueva, medianamente crecida, que no pone huevos o que hace poco tiempo que ha empezado a ponerlos.

Ahhhhh.... Vale.... ¿Será por esto que es una de las maneras de nombrar al órgano sexual masculino?

¿Porque todavía quedan hombres cobardes, también llamados gallinas, que no ponen huevos a la vida?

¿Hombres que han permitido a este sistema patriarcal hacer tortillas con sus testículos,  al dejarse disfrazar de héroes con fuerza y poder, pero sin lágrimas, reflejo de su vulnerabilidad?

La vulnerabilidad para mí es indispensable. Es parte inherente al amor, porque el amor es valiente. No tiene miedo de mostrarse tal y como es. Con sonrisas y lágrimas.

Por eso yo escribo poya con "y". No me parece justo el símil entre el órgano sexual masculino y la gallina joven.

Porque existen hombres como tú, hombres sin temor a ser descubiertos sin el disfraz de "Superman" o "Thor".

Eres osado y auténtico, valiente, haciéndome olvidar así las pollas que he chupado, digo chocado antes.

No te asusta subirte a mi montaña rusa para recorrer mis valles, mis colinas, mis océanos. Es más, estás deseando hacerlo. Sutilmente descarado me haces ver tus ganas por mí, en sentido figurado y literal.

Tu poya merece ser escrita con "y", porque marca la diferencia.

Ella es dulce, es pícara, es una llorona.

¡Ay si Chavela Vargas la conociera! Daría un giro de 180 grados a su canción, los mismos que doy yo cuando la tengo dentro.

¿Puede haber bocado más delicioso que ella recién lavada por su llanto afortunadamente inconsolable durante largo rato por mí?

Dice que sólo a mi me riega. Y me da igual creérmelo. Porque yo también soy valiente. Y los valientes no pierden ninguna oportunidad de sentir caramelo. Ya sea de cristal, de nata o de "sal de frutas".

Ummmmm, delicioso rocío en la noche, madrugada, mañana, tarde. Chubascos aislados e intensos o rocío sereno y continuo.

¡Ay por favor! ¡Es que me la como!

Me encanta devorarla, saborearla, chuparla, acariciarla, apretarla, sentirla, desafiarla, descorcharla....

¡Feliz nuevo mejor Amor lleno de caramelo de polvos!!!


domingo, 30 de noviembre de 2014

Hacer el amor con alguien que sólo te folla

Dices que tú no haces el amor conmigo, que sólo me follas, porque todavía no soy alguien especial para ti.

No te gusta cuando te digo que yo hago el amor con todos, porque no quieres ser otro del montón,quieres ser "diferente". Curioso argumento para alguien que dice que sólo tiene sexo, que el amor es "algo" más. Y luego la incoherente soy yo.

Yo no hago comparaciones, las odio, son totalmente injustas, siempre sale alguien cagado.

No le niego el derecho de ser especial a nadie que quiera estar conmigo. Si he decidido regalarme, aunque sólo sea por unas pocas horas, es que así lo considero.

Eres egoísta, contigo el primero, y conmigo después, al intentar hacerme pensar mal sobre mí y mi deseo. 

Creo que estás confundido. Crees que es a mí a la que pones límites, y es a ti mismo, al no permitirte sentirte completo cuando estás con alguien "poco especial" según tu visión totalmente respetable pero ridícula sobre el encuentro entre dos cuerpos que desean comerse.

Ayer vi una adaptación de "El perro del hortelano", y me acordé de ti. Tienes sus mismos colmillos, los que ni comen ni dejan comer. 

Sí, te los he visto, aunque tú te empeñes en esconderlos. Los veo cada vez que hundes tu cabeza en mi sexo. Creyendo que sólo es eso, sexo, pero no sólo me estas comiendo el coño. Con él también te comes mis fluidos, con ellos mis células, y con ellas mi ADN. Compartir todo esto es entregarme, y eso para mi sólo tiene un nombre, Amor.

¿Entiendes ahora porqué te digo que hago el amor con todos? Porque con todos estoy húmeda. Es mi cuerpo el que responde, no mi mente. 

De todos modos hoy te voy a seguir la corriente. Será la última vez que te haga el amor, aunque tú creas que no será la última vez que me folles. 

No es justo seguir discutiendo sobre lo mismo. Nuestros cuerpos están cansados, no saben qué hacer con esta dicotomía. Pero el cansancio nunca fue rival para el deseo.
 
Hoy, al ser nuestro último encuentro, no quiero que te pongas el preservativo, no quiero barreras entre nosotros. 
 
Quiero sentir cada centímetro de tu fuego intentando apagar cada milímetro de mi humedad. La misma que quieres sólo para ti. 
 
No eres tonto, y sabes que esta vez es diferente. Lo siento en tu manera de apretarme contra ti, de pellizcar mis pezones en tus envestidas sin tregua. 
 
Así llego al primer orgasmo. Entonces vas bajando el ritmo, hasta quedarnos en el momento que más me excita.

Cuando te mueves despacio dentro de mi cuerpo, cuando nos besamos con los ojos abiertos, cuando me miras de verdad. Cuando admitirías, si no fueras tan orgulloso, que es más que sexo. Es amor, aunque no quieras compartir tu vida conmigo.

Entonces tu cuerpo lo siente por un momento, comienza a relajarse, a dejarse llevar. Pero vuelve la pesada de tu mente a jugarte una mala pasada, y comienzas a despertarte con más envestidas, pretendiendo despertarme a mi también. 
 
Lo que ocurre es que mi cuerpo aprendió a no discriminar,  aprendió a dormir despierto, por eso sigue soñando con tu polla dentro.





martes, 25 de noviembre de 2014

Rara, loca, radical, bella

Dicen todo esto de mí, y quizás tengan razón.

En realidad me gusta y no me importa.

Sé del secreto de la vida, el  que afirma que todo es posible y que nada permanece.

Me encanta sentarme a tomar un café en alguna terraza de mi pueblo, mientras escribo y sonrío a la gente que me ve.

Nos saludamos, hablamos, y si tienen tiempo se toman algo conmigo, compartiendo vida y sabiduría.

Tengo explosiones de amor muy a menudo. De repente siento un bienestar y alegría inmediatos que me inundan y me hacen vibrar con todo, con tod@s. Por eso no me canso de dar abrazos. ¡Qué sensación más rica esa de fundirse con otra luz de igual intensidad a la tuya!

Soy super mega cíclica, multipolar, pero eso lo explicaré en otro cuento, no quiero extenderme mucho.

Tengo el lacrimal estreñido, y muchas veces necesito un enema musical para poder llorar. Tengo una amiga que me dice que quiero ser tan buena, que incluso lloro riendo, para no preocupar a los que están a mi lado.

A lo mejor es eso, que tengo el lacrimal invertido, porque muchas veces río llorando y otras lloro riendo.

No me gusta el alcohol, pero fumo y tomo coca-cola. No me gustan los tollos y los callos, y me pongo ciega de shusi y makis.

No uso sujetador, me oprime, y sin embargo uso bragas. Porque me gusta olerlas cuando me las quito antes de ducharme. Huelen dulce, a sexo, a ganas, a vida, a amor, a mí, a ti.

Me encanta tener la regla, sentir como se purga mi cuerpo físico y emocional. Y cada mes, meto mis dedos limpios y santos de cuatro a seis veces al día durante tres días en mi coño ensangrentado, para poner y quitar mi copa vaginal.

Con mis hijas también soy rara. Las paro en el hospital sin epidural, o en casa a pelo contra pelo. Tomo líquido amniótico y como placenta, y la que me sobra la planto junto a ellas bajo un mandarino.

Recién paridas las pongo sobre mi pecho, corazón con corazón. Las huelo, las lamo, las acaricio, las abrazo y las pongo en la teta, durante casi tres años.

Nunca les pego, y cuando me sacan de quicio me muerdo la lengua hasta hacerme sangre, antes de hacer sangrar su hermosa alma con cualquier patujada de madre malcriada.

Dormimos las tres juntas, en dos camas unidas.

Les enseño su sagrado sexo en un espejo y les hablo de él. También les hablo del hechizo que hicieron a las mujeres hace miles de años. Cuando nos dijeron que era algo sucio y feo, que no podía ser tocado ni mostrado. Les explico que lo hicieron por miedo, porque es realmente poderoso, puede decidir dar a la luz vida o no.

También les hablo de otro poder,el de las palabras, a ellas mismas y a los demás. Porque la palabra es el arma más poderosa y sutil del ser humano, puede ser utilizada con amor o con ira, cambiando así la vida de una persona en cuestión de segundos.

No las bautizo, pero sí les hablo de esa fuerza que lo mueve todo, la que para mí a veces se llama Dios, otras Diosa, otras Vida, otras Energía, y siempre Amor.

Con los hombres también soy rarita. Respeto y confío en el que comparte mi vida y mis sueños. No tengo estrategias, y el orgullo me lo trago y lo mastico hasta cagarlo, quedándome más ancha  que pancha.

Soy una kamikaze, me entrego sin importarme chocarme contra un cuerpo disfrazado. Ya lo he hecho antes y no me asusta, porque sé que no me muero. Nunca llego a estamparme fuertemente, tengo un paracaídas mágico de colores para aterrizar suavemente.

Si se pasan de listillos les quito tres puntos, si se esconden bajo la piel de un cordero, cuatro, si pretenden metérmela doblada, cinco y si intentan manipularme o chantajearme emocionalmente, directamente borrón y poya nueva.

No soy celosa, porque no me comparo. Sé que no soy ni mejor ni peor, sólo rara, diferente, radical, bella.

lunes, 24 de noviembre de 2014

Mi rojo me cubre

No son tus espinas las que me hacen daño, es tu manera sutil de clavármela.

No me caben más espinas en mi cuerpo, y sin embargo me caben mil rosas.

Pero tú sigues ciego, empeñado en regalarle las rosas peladas a Julieta.

Julieta, esa pálida pusilánime que te atrae tan falsamente disfrazada de rosa, porque sabe perfectamente que es el color que atrae a los príncipes disfrazados de azul.

Y yo vestida de rojo, sin disfraz. Imposible ocultar el color de la sangre. Totalmente expuesta, sin escondites para ti.

Por  eso tú eliges tantos, porque te asusta el rojo, el color de la sangre, la que ves en mí cuando me sabes entregada.

Prefieres el rosa, el que disimula, el que esconde el color auténtico del útero.

Estás tan cómodo así, que incluso te has llegado a plantear si será azul, como en los anuncios de compresas.

Y yo aquí, enfadada con Julieta y no contigo, empeñada en borrar el azul de tu cuerpo.

Ni sé cuantas veces he visto "Avatar". Me recuerdan tanto a ti.

Veo tantas pruebas a mi alrededor que me demuestran tu indiferencia sobre tus espinas en mí, que he llegado incluso a sospechar de Dios.

Me invento un complot cósmico para no sentirme tan responsable.

Responsable de seguir eligiendo disfraces.

Bueno, creo que es cuestión de honestidad personal, de espinas y de risas, de colores y rosas.

Yo conozco mi color dominante, ¿y tú?

domingo, 23 de noviembre de 2014

Maestra de vidas

Sólo tenía una mejor enemiga después de mi, mi maestra de errores y aciertos.

He estado mucho tiempo enfadada con ella. Sin querer verla, a parte de mirarla.

Le ponía la máscara de soberbia mientras le ponía a su opuesto la de benevolencia.

Le daba las gracias por sus lecciones al mismo tiempo que la culpaba por ellas.

Dicen que la realidad no existe, que simplemente es una interpretación personal.

Que puedes crear en tu vida todo aquello que deseas.

Que no son los otros los que cambian, sino nosotros a través de nuestras percepciones y elecciones.

Y así lo creo. Todo cambió a mi alrededor cuando tuve el coraje de cambiar yo.

Cuando me posicioné y marqué mis límites. Cuando fui coherente conmigo misma y expresé mis sentimientos.

Entonces mi enemiga me vio, me miró. Al principio se lo tomaba a risa, luego me receló, luego se asustó, luego se lo creyó y luego me aceptó.

Admitió que había crecido, que tenía cojones, que era independiente, autónoma, y sobre todo, que no me iba a doblegar.

Ahora me respeta, y yo a ella.

Ahora la soberbia se convirtió en ternura.

Ahora puedo sentir su calor en su abrazo, su amor en sus besos, su respeto en sus manos.

Adoro sus manos, porque no me mienten sobre ella. Son las manos de una mujer fuerte, hermosa, valiente, con cojones también.

Quizás fue eso lo que nos enfrentó, ya sabemos lo que ocurre cuando hay dos machos alfa en la misma manada.

La amo, porque siempre ha estado conmigo, aunque en ocasiones sólo fuera para joder.

La amo, porque eligió parirme sin tener porqué.

Gracias maestra, gracias Mamá.


No quiero la luna

Cada mes soy más consciente de mis ciclos, de mi alma manifestándose a través de mi cuerpo de mujer. Veo y siento la luna en mí.

Soy mujer cambiante, distinta en ideas y apariencias, pero igual en esencia.

Unos días estoy desinflada, me cuestiono, desconfío de mí, de mis elecciones. Mi mente no para. Me desespero, quiero llamarte, besarte, preguntarte.

Me vuelvo a mentir, me digo que no pasa nada si no quieres lo mismo que yo, que después de todo, son momentos muy ricos llenos de palique, comida y sexo con amor. Que soy capaz de amar sin esperar nada a cambio.

Y te juro que lo intento, pero no he alcanzado ese nivel de desapego.

Sigo esperando que me quieras en tu vida, que me digas que eres el más afortunado del planeta  por tener mi regalo todos los días. Y me doy a ti, y te hago el amor como si fueras el único hombre en el mundo, para intentar convencerte de que soy la única mujer con la que no quieres dormir sin antes follar en tu cama.

Me contagio con el mal humor propio y ajeno. Me enfado, con el teléfono por su falta de cobertura, con la cortina del baño que se me pega y me acosa sin permiso, con los "multa parking". Critico y me cago en todo.

Me contradigo a posta, y vuelvo a buscar todas las piedras con las que tropecé para seguir lesionándome, mutilando mis deseos y cada cachito de la que dejo de ser. Así me dibujo decreciente.

Otros días me siento vacía de todo, hasta de mí. Reconozco mis mentiras, las que invento para justificarnos. Ya no tengo ganas de darme a ti, aunque nunca pierdo las de sentirte dentro de mí.

Me doy cuenta de que lo sucedido no tiene que ver sólo conmigo. Que por muy bonita que sea, y tú lo sepas y aprecies, no sientes "esa chispa" de la que tanto te gusta hablar. Puta chispa de los huevos cuando no soy yo la que la enciende.

No puedo hacer nada, ni me apetece. Te quiero tanto, que te entiendo perfectamente. Me voy, para que abandones tu comodidad y vayas a por tus sueños, esos que te hablan de otra, no de mí. Me quiero tanto, que me desvisto de ti, para mostrar mi traje más hermoso con el que alcanzar los míos también.  Estoy vacía, por tanto soy nueva.

Entonces llegan esos días en los que lamo mis heridas. Cuando me miro en el espejo y bailo para mí. Cuando me abrazo y me toco pensando en mí, en mi capacidad de entrega, de deseo, de ganas por la vida.

Ya no me conmociono por la falta de compañía. Me represento creciente.

Y así alcanzo esas jornadas en las que me reconozco completa, amo todo y a tod@s. Estoy en paz conmigo y con el mundo. Me sé capaz de cualquier cosa , pura energía compartiendose y manifestándose.

Vivo soñando, me propongo metas y muevo mi mundo para conseguirlas. Soy independiente, desobediente, sin co-herencia pasada que me limite. Me sé llena.

Mi alma no se rompe, no se quiebra, no se arruga, igual que la luna.

Ella sabe, por eso es imperturbable, atemporal,  y yo lo sé.

Estoy tranquila, porque confío en el maravilloso y misterioso plan que diseño junto con ella. Acallo mi mente para poder escuchar a mi corazón.

Es como cuando estaba de parto, mi mente no paraba de hablar, de desahogarse diciendo locuras. Y al mismo tiempo podía sentir a mi alma susurrar..."Todo está bien, da igual si te lo crees o no, la vida se manifiesta a través de ti"

No quiero que me digas que soy incapaz de alcanzar la luna, he visto mis huellas en ella. No necesito que me ayudes a conseguirla, nisiquiera deseo que me la des.

Porque yo, yo soy la luna.



sábado, 22 de noviembre de 2014

Hoy tengo el día...

Hay días en los que lo que lo que me molesta cero coma, me molesta un 1000%.

Que alguien ocupe dos plazas de aparcamiento con su coche, que se me pegue la cortina de la bañera mientras me ducho, que tenga que subir a la décima planta y el ascensor pare en todas, que me esté meando y la que esté dentro del baño se pegue lo más grande para salir....

Que me multen por aparcar en zona amarilla, aunque no moleste para nada el coche, sabiendo que ellos aparcan donde les sale del culo, y sabiendo que cuantas más rayas amarillas, menos aparcamiento gratis y más aparcamientos de pago, donde te sacan los ojos por unos minutos.

Los aparcamientos saca-ojos que más me joden son los de los hospitales. Ya bastante hay con tener a alguien enfermo o ir a trabajar, como para encima tener que pagarle a estos mamones abusadores.

Otra cosa que me envenena es que me digan lo que no debo hacer, sabiendo que saben que sé que no debo hacerlo. ¿Acaso yo me meto en sus vidas? Que manía de aparentar estar preocupados para inmiscuirse por la puta cara y luego decir "no es por meterme en tu vida, es que me preocupo por ti".

¡Anda y que te den!!!! Entrometid@ de mierda.

Bufff, hoy estoy que echo espuma por la boca....

Definitivamente me voy a hacer un calendario lunar, cada día estoy más convencida del efecto de la luna en mi cuerpo prestado de mujer.

Buen día, y no me tengan muy en cuenta esta diarrea de negatividad. Yo amo mi vida y la que me rodea, pero hoy me la come todo.

jueves, 20 de noviembre de 2014

De música y amor

Adoro los días en los que me siento conectada con todo y con tod@s. Esos días en los que me olvido de lo aprendido y recuerdo lo que es.

Cuando soy capaz de ver y verme. Las formas se desvanecen, sólo queda la esencia, la luz, la vibración.

Y para mí no hay mejor conductor de esa vibración que la música, el baile.

Me encanta bailar, con coreografía improvisada, sólo sintiendo mi esencia y su casa, mi cuerpo.

¿Han probado bailar desnudas frente al espejo? Lo recomiendo totalmente.

Como dice la gran Elsa Marrero: "No hay mayor herramienta de empoderamiento que bailar frente al espejo mirando tu cuerpo"

Así es. Es aceptarte tal y como eres. 

Balancea tu cadera, perrea, sarandéate, acaríciate. Ponte caras, sácate la lengua, provócate, sedúcete.

Regodéate en esas carnes preciosas, con sus estrías, su celulitis, sus pelos. Date palmaditas en ese culo hermoso, aprieta esas carnes deliciosas, son tuyas, y son únicas, como tú.

No te enfades si te dicen lo contrario. No todo el mundo tiene la misma graduación en sus gafas, y también  tienen derecho a expresar su opinión. 

Pero eso a ti, te la pela. Porque te has visto, te has aceptado cambiante, te has enamorado de ti.

El siguiente paso, si te apetece, es bailar para otr@.

"Uyuyuyuy... Que va, que va, que va..." 

Jajajajajaja.... Sí, ya sé que estás pensando, y créeme, te entiendo, pero....¿Ya habíamos superado esa fase, no? La fase en la que la opinión de los otros es más importante que la propia.

No te preocupes por la persona que tengas enfrente, lo que realmente le pone no es tu cuerpo. Es tu manera de moverte, tu valentía para hacerlo a pesar de estar muriéndote de vergüenza, tu entrega y ganas de romper los tabúes. Eso es lo que realmente hace que se le humedezca o se le ponga dura.

Ummmmm....¿A qué ya estás deseando ponerte frente al espejo?

Jijijijijiji.... ¡Hazlo! Y me vas contando.

Te dejo ya, que se me acaba mi canción favorita, la vida, y se me va mi danzarín más pícaro, el destino.

 

Hablando de música y amor

Me encanta la música, las canciones que hablan de amor, de portarse mal. A través de ella me conecto con mis realidades soñadas y elegidas.

Me encanta bailar, conmigo y contigo. Agarrados, sueltos, con coreografía improvisada, según sintamos nuestros movimientos con la melodía que nos mece o nos sacude.

Tuve un maestro que adoraba la música como yo. Me cantaba canciones en italiano, porque sabía que tuve un rollete de allí.

Le gustaba mucho mi interés por el amor y las relaciones, y se meaba de risa cada vez que me oía preguntarle a una pareja por la historia de su encuentro y enamoramiento.

Una vez le mandó un mensaje a una amiga para mí: "Dile que recuerde lo que le enseñé sobre el amor: Amor son acciones y no buenas razones"

Le echo de menos, pero cuando recuerdo que el tiempo, el espacio y la muerte son cuentos que nos han contado y que hemos decidido creer, la pena se deshace.

Porque le siento aquí, conmigo. Le hablo y me escucha. Incluso oigo las campanas de una iglesia lejana cuando terminamos de conversar. Es como si me confirmara que ha sido real, que nuestro amor no es imaginado.

Cuando me siento absurda e injustamente sóla, me acuerdo de él.

Entonces me doy cuenta de mi humano egoísmo y me levanto del tirón, para escribirle estas palabras y decirle... "Lo
siento, te siento, te echo de menos, a veces, cuando me pongo dramáticamente contenta, lo siento otra vez.

Pero ¿cómo aceptar querer verte, abrazarte, escucharte, que me hables, que me sonrías, y no poder tocarte?

Quiero tener superpoderes. Quiero verte como lo hace Yessy, quiero que me visites de vez en cuando en sueños. Que me digas que lo estoy haciendo bien, o no"

Este es uno de mis deseos para el 2015.

viernes, 14 de noviembre de 2014

La dramática

Hoy me siento aparcada, casi apagada, con poca cobertura.

No hay nada que me cubra, ni siquiera mis brazos al abrazarme.

No soporto esas canciones rancias y sobre escuchadas de amor. Canciones que no dicen nada nuevo, porque no hay nada nuevo ni viejo que decir sobre el amor. Porque el amor no se nombra, se vive.

No soporto las historias de amor dramáticas, estilo "Romeo y Julieta". ¿Cómo puede haber gente que desee una historia de amor como ésa en sus vidas? ¿Acaso no saben que mueren al final?

No soporto frases como "amar vale la pena", así nos va, nos lo creemos y terminamos llorando por las esquinas como las locas. Porqué no decir "amar vale la alegría"

Pues a pesar de no poder tragar nada de esto, hoy no quiero cortar mi vena dramática.

La voy a alimentar, voy a aumentar su torrente hasta provocar una aneurisma y hacer que explote, a ver si así explota mi pecho también y rompo por fin este bloque que me oprime y no me deja llorar.

Porque no quiero llorar por ti, porque nuestro amor valió la alegría, y no la quiero cagar ahora con lágrimas.

Pero hoy no me voy a reprimir.

Porque hoy miraba mis pies, sus dedos, y ellos me hablaban de ti, decían: 
-¿Recuerdas cuando nos apretaba y mordía mientras...
-¡Cállense, por favor! No me están ayudando nada.

Y es que hoy sólo soy a través de ti, de tu recuerdo.

De nuestra realidad que me visita y me trae tu olor. Porque mi piel sigue oliendo a ti, incluso mi sexo sigue oliendo a ti. ¿Me lo puedes explicar? No, no lo hagas, nunca te he pedido explicaciones, y ahora tampoco lo haré.

Hoy me recreo en nuestros posibles pasados, y hoy, sólo hoy, me da igual perderme un posible futuro.

Hoy no quiero vivir la realidad que elegí sin ti. Hoy, y sólo hoy, me voy a quedar en la realidad que no nos permitimos.

Mañana estaré mejor, seguro, porque por fin te lloré.

No te prometo nada, ya sabes que odio las promesas, tanto o más que las historias de amor dramáticas, pero igual pasado mañana mis pies ya no me hablarán más de ti.

Y sea entonces cuando tú quieras ponerme el zapatito de cristal, olvidando que yo, nunca aceptaré ser la princesa del cuento, aunque hoy me identifique con ella.




martes, 11 de noviembre de 2014

Mi contrincante

Siempre he elegido la lucha, el reto.

Ser la otra, la que no comienza pero termina la historia.

Aprendí a no pedir nada y así lo recibí todo.

Aún así no me sentía completa, no me sentía satisfecha.

Había algo dentro de mí que no podía comprender. No entendía porqué me sometía a ese desgaste.

Comencé a ver la piedra, mi piedra, y me di cuenta de la razón que me hacía repetir siempre el mismo patrón.

Alguien me hizo un hechizo de niña, "eres una falsa, tú no me quieres como yo a ti"

Y me lo creí, creí que mis sentimientos siempre iban a ser menos que los que recibiera.

Creí que no era merecedora de un amor "verdadero", ya que no era capaz de darlo. Por eso tenía que luchar para conseguirlo. Demostrar a toda costa que yo era la que más amaba y por tanto debía ser la elegida.

No era capaz de enfrentarme a mis miedos, porque no los conocía, y no los reconocía porque no eran míos. Eran de la persona que me hechizó.

Todo cambió en el momento en el que me reconocí como mi propia enemiga.

Cuando me elegí a mí, dejé de tener contrincantes.

Ahora me veo.

Ahora me desconozco y me aprendo.

Ahora me enamoro de mí.

Ahora amo mi sexo, me reconcilié con su olor, con su tacto, con su sabor, con sus escondites llenos de sensaciones sublimes.

Ahora cuido mi templo, lo lleno de rosas y ofrendas llenas de respeto y pasión.Ya no libro batallas absurdas en él con hombres que me quieren pero me mal-crían.

Ahora honro mi femenimo, lo femenimo de los hombres que me aman y lo femenimo de las mujeres que me respetan.

No necesito demostrar nada a nadie.

Me puedo mirar en el espejo.

Te puedo mirar a los ojos.

lunes, 10 de noviembre de 2014

La novia de blanco

Todas queremos ser la novia vestida de blanco.

Y sí, igual piensas que tú no, que no quieres aguantar la mierda de otro.

Pero...¿No es esa una idea consecuencia de las historias de otros, de tus padres, de tus amigos, de conocidos?

Es como el ateo que no cree en Dios porque la iglesia es un organismo corrupto, cuando la idea de Dios no tiene nada que ver con la iglesia.

Cuando rechazamos una historia creo que es muy sanador descubrir de donde viene esa negación, esa ira.

¿Qué parte del cuento nos hemos creído?

¿Nos lo creemos por nuestra experiencia?

Y si es así...¿Qué parte nuestra la cree, la víctima o la guerrera?

Yo he vivido muchos cuentos, y me he dado cuenta que la protagonista no era yo. Era esa que me habían contado que fuera o debía ser.

Recreé el relato de otros por no haber tenido la osadía y picardía de vivir el mío propio.

¡Se acabó!

Ahora escribo y vivo yo.

Soy la novia de vestido blanco que enseña el culo a todos, la que se queda con ese valiente y descarado que lo acepta, porque sabe que al final el que lo toca y lo penetra, es sólo él.

El que comparte el derecho de cuestionar el deseo y la responsabilidad.

El que deshace el cuento conmigo para experimentar el sueño hecho vida.

Soy la novia que pinta sus labios rojos para besar la realidad y morder la paranoia.

La novia que pinta sus uñas de rojo para arañar la espalda y apretar la espada.

Esa novia que nadie me contó que fuera, por eso sé que soy ella, que soy yo.

domingo, 9 de noviembre de 2014

Todavía no hemos hecho el amor...

Ayer vi un corto muy divertido, sin título, de un director que no busca fama, sólo hacernos pensar sintiendo.

En una de las escenas,  dos cuerpos tenían sexo. Cuando terminan ella le dice:

-Me encanta mirarte a los ojos cuando hacemos el amor.

-Bueno...todavía no hemos hecho el amor, sólo hemos follado.

¡Jajajajajajajaja!!! ¡Casi me meo!!


Me hace mucha gracia cómo nos enredamos a veces entre conceptos aprendidos, conceptos "cool", que están de moda en esta era "new sexual". ...

Creo que cuando dos personas tienen sexo de forma concensuada, siempre hacen el amor.

Es un acto de entrega, comparten sentimientos, fluidos, por tanto células, por tanto genes, por tanto ADN. 

Si compartir todo ésto no es hacer el amor, que venga alguien a convencerme de lo contrario.

viernes, 7 de noviembre de 2014

No me muero

Mátame si quieres, yo te mato a ti quince veces al día.

El cartero siempre llama dos veces, pero tú llamas dieciséis, porque sabes que después de la décimoquinta, ya no soporto tanta sangre tuya en mis manos.

Y te abro la puerta, y te dejo entrar para curar las heridas que yo misma te hice.

Entonces me atas a la cama, quieres venganza.

Haces nudos con mi voluntad, pones esposas a mi decisión, anulas mi determinación.

Y yo no me opongo, no me resisto, dejo la pelea conmigo misma para cuando te vayas.

Cuando vuelva a encontrarme sóla frente al espejo, ese testigo silencioso de nuestras ganas avivadas por nuestro deseo de muerte.

Deseo de morir las sentencias inventadas que nos separan. Sentencias de jueces ajenos a nosotros.

Pero las seguimos eligiendo, posponiendo así el tratado de paz.

No es rentable firmar la paz, como en todas las guerras.

Nos parece excesivo el precio, soledad a cambio de paz.

¡Qué aburrimiento!, pensamos.

La próxima vez no te abriré la puerta, ni te mataré, para que no desees castigarme.

Pensaré en lo que deseo que ocurra y debiera haber ocurrido, en lugar de pensar en las veces que me habría corrido.

Ya no quiero matarte, porque no quiero seguir muriendo yo.

jueves, 6 de noviembre de 2014

¡Gracias, bruja de uñas rojas!

"Lo mires por donde lo mires, has visto poco y queda mucho por ver"

Esto me lo dijo mi bruja. Sí, tengo una bruja a la que amo y adoro.

Muchas mujeres acuden a ella preguntándole por el amor.
"¿Cómo podemos seguir tan ciegas, cómo tan sólo 5000 años de patriarcado pueden haber borrado la sabiduría de millones de años vividos con ese amor dentro de nosotras?" Decía.

Ella, paciente, las escucha, pero no les contesta. Les incita a hablar con otras mujeres y hombres.

Ellas saben a quien preguntar según su estado de ánimo.

A veces preguntan a quién le dirá lo que quieren oír...

-Él te ama, sólo que tiene miedo.
-Él te ama, pero no tiene la madurez necesaria para comprometerse.
-Él te ama, pero piensa que es poco para ti.
-Él te ama, pero tiene dudas.

Otras veces preguntan a quién le dirá lo que no quieren oír...

-Olvídalo, no siente "eso" que "debe" sentir para quedarse contigo.
-Olvídalo, se aprovecha de ti.
-Olvídalo, es un chiquillaje.
-Olvídalo, es una gallina  para tanto millo.

Y cuando se han hecho 2000 preguntas, y se han contestado 5500 veces, les dice...

-¿ Qué sientes ahora?

-Siento agotamiento y al mismo tiempo mucha paz.

-Bien... ¿Qué sabes ahora que ya sabías y no querías acertar?

-Que dan igual las preguntas, porque importan menos las respuestas.
Lo que realmente importa es el hecho, dan igual las razones de dicha elección.
Y está claro que lo que ha elegido no soy yo.

-Ummm... ¿Y entonces?

-Entonces pienso... "Me da igual todo, la vida son tres días, me lo follo cada vez que quiera, así él seguirá pensando en mí, aunque sólo sea por ese momento de placer"

-¿Y?

- Y luego me digo..." Eso no es amor, ni por ti, ni por él. Es necesidad, es orgullo, es engaño. ¿Cómo quieres amor en tu vida si tus acciones van en su contra?"
Así que decidí elegir yo, hablé con la arpía que me poseía, le dije que la entendía, pero que ya no me convencía su discurso.

-Ya veo... ¿Y tú?

-Yo también. ¡Gracias!!!

-¿Sabes porqué pintó mis uñas de rojo?

-No.

-Hay pinturas muy antiguas en las piedras de todo el planeta. Pinturas prepatriarcales, donde las mujeres se pintaban con sus uñas rojas. Era una forma de mostrar su capacidad de logro, su capacidad de moverse hacia sus objetivos.

Si alguna vez sientes dudas, vete a la naturaleza, pinta tus uñas de rojo e invoca a tus ancestras, toda su sabiduría amorosa está en ti. Deja de buscar fuera lo que está dentro. Porque lo de fuera es sólo un reflejo de lo de dentro.

Esta bruja está en mí, igual que lo está en ti.

domingo, 2 de noviembre de 2014

Reconciliándome con el whatsapp

"La culpa es del whatsApp, da pie a malinterpretaciones"

Puede ser. Es cierto que se pierden muchos detalles, como el tono de voz, la mirada, los gestos, los silencios....

Pero, sinceramente, creo que tiene que ver más con las inseguridades de cada uno.

Esas que nos hacen mirar cuándo se ha conectado por última vez, si está en línea y no nos contesta, si cambió la frase de su estado, qué foto tiene.....

Y esas frases épicas ya en el whatsapp y en la vida...."Pepito ha abandonado el grupo","Susanita se ha unido al grupo", "Y lo sabes"...

Jajajajajajajaja..... ¡Vaya paranoia por favor!!!!

Es mucho más sencillo que todo esto.
Es más rico quedarnos con las ventajas, como todo en la vida.

Nada está bien y nada está mal, es nuestra interpretación de la realidad la que lo determina.

El whatsapp tiene sus ventajas también.
Hay una respuesta más rápida y barata.

¿Y qué me dicen de esa sensación maravillosa que provoca ver la palabra "escribiendo" en verde? ¡Me encanta!

Y esa sonrisita tonta que se nos escapa al leer esos deseos y proposiciones....

Esa manera desinhibida de expresarnos, probablemente propiciada por la privacidad que se produce al no sentirnos mirados. No sé porqué, pero mi imaginación vuela cuando no me siento observada.

Así que me estoy reconciliando con él, o mejor aún, con mi personaja la controladora, la que no tiene paciencia para esperar la respuesta del otro sin hacerse pajas mentales.

Se está haciendo un curro, mi niña linda...

Y lo está consiguiendo, porque sabe que no hay nada más maravilloso que levantar la mirada del móvil y ver toda la vida bonita que ocurre a su alrededor.

sábado, 1 de noviembre de 2014

No me asustas

No te tengo miedo.

Estoy tan cansada que ni ganas de asustarme tengo.

Estoy agotada. Soltar, agarrar, desapegar, despegar, desear, desesperar, preguntar...

¿Por qué la libertad incomoda tanto? 

¡Vaya mierda esto de tomar decisiones!

SÍ, ya sé que haciéndolo te sientes genial, poderosa, dueña y señora de tu vida.

Pero... ¡Podría ser más fácil, joder!

Entiendo perfectamente a los pusilánimes. 
Esos que se dejan arrastrar por las circunstancias sin plantearse consecuencias o cambio de planes.

Porque ser el capitán de tu vida exige tener valentía, compromiso, constancia y responsabilidad. 

Exige dignidad, ¡cómo me jode esta palabra!
No puedes follar cuando quieres, no puedes comerte una hamburguesa, no puedes pillarte un avión y marcharte pal coño...

Pero es así...

Podría cometer los mismos errores, sé que tropezaría con la misma piedra, pero es mi piedra al fin y al cabo.

Ya he tropezado antes, y sé que me caería, pero no me moriría.
Seguiría aprendiendo, pero estoy cansada de aprender a través del dolor, como diría mi buena amiga Eneida.

Por lo menos he dejado de engañarme a mí misma. 

Ya no digo: "Es que no puedo evitarlo".
Ésta  es la mentira piadosa más común para con nosotros mismos. 

¡Alfavó! Claro que podemos evitarlo, pero no nos interesa, porque a veces duele.

Tu corazón, alma y cuerpo, se están adaptando a algo desconocido, el poder de la toma de decisiones por ti misma y la aceptación de la responsabilidad que ello implica. 

Con lo fácil que es echarle la culpa a los demás.

¡Bienvenida al mundo de las reinas!
Donde el miedo es sólo una excusa más, y por tanto, como todas las excusas, no existe.

Y lo sabes....

Rabiosa

No, el título de esta historia no tiene nada que ver con Shakira.

Se trata de la parte de nosotros que se enfada, que reclama, que grita, que exige.

Estamos tan bien educados, que nos pasamos la vida castrándola, sobre todo las mujeres, no nos vayan a tildar de histéricas.

Haciéndonos chiquititas y ahogando nuestra voz. Regalando al mundo la que quiere oir, la suave, la dócil, la sumisa...

Disociándonos a cada rato, separando y controlando mente-alma-corazón-cuerpo.

Improvisando el papel de nuestra vida según los sentimientos, actuaciones y pensamientos de los otros.

Obteniendo el "Óscar" al mejor papel secundario, dejando el de actriz protagonista para las que son dueñas de sus vidas. Y encima las criticamos por prepotentes, locas y provocadoras.

Me da igual el Óscar, el Pedro o el Paco.

Soy la protagonista de mi vida, la directora y productora de mi propia película. Yo elijo el reparto, y respeto el texto libre de los que en ella están.

Invoco a una de mis heroínas, la rabiosa.

La que utiliza la rabia a su favor, para darse impulso, para conseguir lo que desea y poner límites.

La loca, la histérica, la arpía, la radical, la ordinaria...

La que ríe a carcajadas de manera diabólica, la que perrea delante de todos y todas, la que dice palabrotas con la boca llena.

La que grita, la que da golpes en la mesa, la que se muere y renace pariéndose a cada momento con un alarido desgarrador de poder.

¡Yeahh!!! ¡Ya se está manifestando!!!

No se asusten si dentro de poco oyen un grito que mezcla dolor, placer, poder y alivio.

viernes, 31 de octubre de 2014

Mi machillo interior

Hace tiempo tuve una conversación muy interesante, a la par que frustrante, con una amiga.

Le contaba que estaba emocionada porque en una tirada de cartas, me había salido "la unión sagrada"

-Esto significa que voy a estar con esa persona especial que tanto deseo, decía yo.

Ella replicaba...
-Lola, esa unión sagrada es la que se debe producir en tu interior, entre tu femenino y tu masculino. Hasta que no entiendas esto y lo aceptes, esa persona no aparecerá.

-¡Ay chona, déjate de pajas espirituales! Yo te estoy hablando de las reales, las que te penetran desde fuera.

-Jajajajajaja, bueno...tú misma con tu marisma, ya lo entenderás.

Vaya brujilla mi amiga, porque tenía razón. Ahora lo veo.

Antes tenía un dilema muy tonto pero significativo a la vez. Cuando algo me hartaba, decía...
"No me toques los ovarios" o " Me tienes hasta los ovarios"

Pero faltaba algo, no me cuadraba. Necesitaba decir "No me toques los Cojones" o " Hasta los cojones ya", así se me llenaba más la boca.

No me permitía las últimas expresiones, porque yo soy una mujer, no tengo cojones, o eso pensaba. Hasta que conocí a mi machillo interior.

En realidad hace unos años que se me presentó. Fue en un ejercicio de imaginación activa.

Apareció ante mí un indio americano, con los ojos pintados como la chica de la foto de esta historia. Entre ambos había un charco pequeño. Se arrodilló y me dijo:
-Asómate, y mira lo que ves en tu reflejo.
Mi reflejo era él. Entonces me susurró:
-Yo no estoy fuera, estoy en ti, acude a mí siempre que me necesites

Seguro que están pensando..." Vaya pedrada hermana"...
Jajajajajajajaja... Y sí, probablemente sea una pedrada, pero me la pela.

El caso es que me siento genial cada vez que me encuentro con él.

¡Me encanta! Es tan inteligente y encantador. Y está to bueno. Es el que me agarra cuando salgo corriendo como las locas detrás de algún masculino tóxico.

Me recuerda..."Tranquila, no necesitas ese cachito de carne para ser completa, ese momento de placer no te va a compensar los días de revoltura que vendrán después. Me conoces, y sabes que yo te puedo dar los mismos o más orgasmos"

Y es cierto, sabe perfectamente donde tocar, donde acariciar, donde apretar, qué palabras pronunciar.
¡Me pone que te cagas!, el muy descarado.

Olvidando esta locura transitoria, lo que quiero transmitirles es la importancia de estar en paz con nuestra dualidad.

Hasta que no entendí esto, estaba muy resentida con todo lo referente a los hombres. Les hacía responsables de mis frustraciones y de las de mis congéneres. Incluso no podía soportar el color amarillo, el color del yang, del sol padre, del juez todopoderoso.

Fui consciente entonces que no podía seguir así, porque al evitar y hacerle "foh" a lo masculino, inevitablemente estaba castigando y fumigándome a mi misma.

Porque queramos o no, lo viril también está en nosotras. Y es muy rico el momento en el que lo integramos en nuestra vida, para tener esa plenitud que tanto ansiamos y que tanto esperamos que venga a nosotras desde fuera.

¡Pues no Lala....Las bobas se acabaron... Y los bobos también!!!!!!


Mi pequeño gran buda

Érase una vez un bebé sietemesino, al que metieron en una caja de zapatos porque pensaron que no sobreviviría.

Entonces, una de sus tías, mujer abundante y sabia, lo ponía bajo los rayitos del sol y le daba su teta, bondadosa y poderosa.

Ese bebé creció, fue un niño educado y generoso.
Un niño que, a pesar de estar a la sombra y no ser reconicido como la maravilla que era, siempre le daba la vuelta a la realidad para utilizarla a su favor.

Ese niño se convirtió en hombre.
Un hombre bueno, que siempre se mantenía en la sombra, porque aún habiendo sido el sol el que le salvó la vida, fue la sombra la que lo acompañó en ella.

Puedo decir con orgullo que ese hombre es mi padre, mi defensor, mi amor de vidas.

Alguien me dijo una vez, tras enseñarle una foto suya...
"Ahora lo entiendo
Lola, en tus relaciones con los hombres buscas a tu padre, y no es fácil encontrar a un buda..."

No creo que sea difícil, pero no me importa.

No necesito otro buda en mi vida, lo tengo a él, no fuera, sino dentro, porque su sabiduría es tan simple y natural, que entra sóla.

Gracias papá, te amo.

jueves, 30 de octubre de 2014

¿Hago lo que debería hacer?

Ya no hago lo que se espera de mí.

Nunca lo hice, pero aún así me quedaba al lado de quienes me lo exigían, aguantando sus críticas y falta de respeto.

Pensaba que dependía de ell@s, por eso pasaba por alto mi falta de coherencia, autoengañándome, diciéndome que lo hacía porque no me quedaba otro remedio.

Y siempre hay más remedios, sólo que no conocía la receta, no me interesaba re-conocerla.

Ahora ya la sé, por eso cocino lo que me da la gana si me da la gana. No me la creo del todo, siempre añado o quito ingredientes, según mi estado de ánimo o jartera.

Se me llenó el buche de conceptos hipócritas respaldados por la sociedad.

"Se el cambio que quieres ver en el mundo" Así es, cambio lo que no me agrada, lo que me quita energía. En mí, no en el otro.

Así soy libre, a veces no soy auténtica, pero sólo yo lo sé. No tengo el peso de la perfección sobre mi espalda. Me niego a cargar mochilas ajenas.

No creo en " hago las cosas que debería haber hecho". Las cosas que hice siempre fueron las correctas, ahora lo sé.

Me quedo conmigo y con mis decisiones.


miércoles, 29 de octubre de 2014

Mis manzanas

¿Por qué lloras?

Pienso darte todas las manzanas que tengo.

No te preocupes, mi útero no se quedará vacío. He descubierto la manera en que se manifiesta la abundancia, y pienso compartirla contigo.

No te asustes si no me despierto, estoy soñando lo que deseo.

Hay un sueño que se me repite una y otra vez. Estoy dándole la teta a Maya, y cuando termina de comer, totalmente saciada y feliz, mis tetas siguen destilando ese líquido blanco a borbotones. Siento mis pechos duros y llenos de leche, leche que se derrama entre muchos y muchas, y todos celebran la vida conmigo.

No quiero que me despiertes con un beso, ya sabes que no soy la princesa del cuento. Ya sabes que no me creo ninguno de los que ya han sido contados. Conoces mis ansias de escribir nuevas historias, historias creadas por mí.

Estoy rompiendo viejos contratos, contratos que firmé aún cuando mi alma me decía " Sabes que no es lo que quieres, pero si lo necesitas vivir, yo estaré a tu lado, porque confío en ti y sé que saldrás fortalecida de esta experiencia"

Sólo hay uno que no voy a romper, el que me recuerda que soy libre, que soy fuerte, que soy poderosa, que soy bella, para destrozar con dulzura todos los anteriores.

No te sientas intimidado, que no te necesite no quiere decir que vaya a renunciar a ti. Te amo, porque me da la gana, no porque me obligue la dependencia de otro ser que me complete.

¡Ya somos completos! No te creas el cuento de la media naranja. Prefiero que me cuentes ese de..." Buscaba sin parar mi media naranja, hasta que me encontré con tu papaya"

Jajajajajajajaja... Sí, eso es lo que deseo, hacernos el humor y el amor todos los días que queramos tú y yo.

Llora si quieres, pero te voy a querer igual si ríes, tú eliges. Yo ya lo he hecho.


martes, 28 de octubre de 2014

Homo orgánico versus Homo unelco

¡Uyuyuy!!! Se acerca el día. Ya siento este calorcito en el estómago, típico de los encuentros de almas que ya han hecho un pacto para encontrarse de nuevo.

Pero esta vez lo haremos "bien". No empezaremos por el final, principio de las citas actuales.

En nuestra primera cita "sólo" hablaremos. Comeremos algo delicioso, preludio del bocado más apetitoso que se hace de rogar. Sonreiremos mientras nos escuchamos, incluso puede que nos sonrojemos imaginando ser la cuchara introduciéndose en la boca del otro.

Luego me gustaría ir a bailar. Quiero adivinar tu cuerpo con mis movimientos. Sentir como va creciendo tu deseo contra mi pubis. Quiero oler tu cuello, para descifrar tu esencia mientras te recuerde en mi cama.

Nuestros labios se rozarán a través de nuestros alientos, dándonos besos secos que humedecerán aún más nuestras ganas. ¡Me encantan estas paradojas vitales!

Guardaremos la carne explícita para nuestra segunda cita. Puede que entonces me atreva a bailar conmigo para ti. Mientras te quedas sentado, sólo viéndome. Puede incluso que me masturbe mientras me miras bailar, aunque creo que eso no será posible hasta la quinta o séptima cita, cuando me sienta más cómoda con tu deseo.

¡Dios mío! Pero, ¡¿qué estoy diciendo?! Todavía no nos hemos visto y ya voy por la séptima cita.
Qué manía de adelantarnos a la jugada, en lugar de disfrutar del entrenamiento.

¡Buff...paso bicho! Vaya rollo sin habernos enrollado todavía, porque el acoplamiento era en la segunda cita... ¿O era en la séptima?

Bueno, lo que quiero decir es que ya nos veremos. Al doblar una esquina, o tras margullar en una ola, o al aterrizar tras un vuelo interestelar, o tras realizarle la cura a tu colega...

Lo que tengo claro es que siempre estaré en movimiento. No me quedaré de piernas cruzadas esperando. Nunca me funcionó. Porque cada vez que tocabas el timbre de mi puerta, éste no sonaba. Lo estaba arreglando el de Unelco. El que sugería darme la energía que necesitaba y luego me la metía doblada al hacerme pagar una factura totalmente desorbitada, casi tanto como el tamaño de su poya.

Así que ahora soy autosuficiente, produzco mi propia luz. Así no te perderás cuando me busques, así oiré el timbre cuando me toques. Sin promesas, sólo cuerpos, materia orgánica.

En fin, nos vemos pronto. Pero que te quede claro que no te la voy a comer en la primera cita. O sí... No sé... Ya vemos y tal....


sábado, 25 de octubre de 2014

Amarás y honrarás a tus padres por sobre todas las cosas

En un restaurante cualquiera, en Fuerteventura, Salma me dice...

-Mami, quiero hacerte una foto.
-Pero nena...espera a llegar a un sitio con más encanto...como una playa de aguas cristalinas...
-Pero mami...¡si el encanto eres tú!

Y derretida por completo, ¡nos comemos de amor!!!

¿Cuándo dejamos de sentir este enamoramiento hacia nuestras madres? ¿En qué punto el amor se convierte en resentimiento? ¿Ocurre en todas las relaciones madre-hija?

¡Cuánto daño nos han hecho sentencias judeo-cristianas tales como: "Amarás y honrarás a tus padres por sobre todas las cosas".

Alice Miller escribió un libro muy interesante basado en este mandamiento llamado: "El cuerpo nunca miente". En él aborda la dicotomía mental que sufren algunos hij@s que son sometidos por sus padres o madres física o emocionalmente y aún así deben amarles para evitar un castigo divino, o algo así.

Marlo Morgan, en su libro: "Mensajes desde la eternidad", cuenta una de las conversaciones entre una anciana aborigen australiana, y una de las protagonistas del libro, aborigen australiana también que, recién nacida, fue arrancada de los brazos de su madre y criada en un internado católico.

Esta anciana decía algo así:

-Hay cosas de la religión católica que no entiendo, como esas reglas escritas en una tabla, más concretamente la que reza: "Amarás y honraras a tus padres".

¿Cómo se les ocurre establecer una regla para recordarle a un hij@ que ame a sus padres?
Eso es algo innato en el niño o la niña.

Probablemente lo que querían decir era: "Nunca harás nada por lo que tus hij@s dejen de amarte", pero seguramente les parecía  muy largo, entonces para que cupiese en la tabla, lo resumieron de esa manera.

¡Jajajajajaja! Estoy totalmente de acuerdo con esta sabia anciana.

Creo que son los padres y madres los responsables de cuidar la relación con sus hij@s para que el amor fluya sin obstáculos de un lado a otro como algo natural, no como algo impuesto o reclamado.


La de antes y la después

¡Tú no me cielas, no me conoces!

¿Y cuándo conoces a alguien realmente?

Siempre estamos cambiando, incluso los cobardes, nunca nos levantamos con la misma piel que nos acostamos.

Me acuerdo de aquella que era yo, tan bonita también, y tan distinta. La que leía páginas vacías esperando por ti.

Y la que soy ahora, preciosa también, desea incluso que llegues tarde.

Leyendo páginas donde no caben las palabras, porque al leerlas se le ocurren otras, otros sueños, otras realidades, otros orgasmos, otras vidas donde eres sin estar.

¡Qué rico amarte así, sin necesitarte para nada y a la vez querer compartirlo contigo!


¡Yo te cielo!!


 

viernes, 24 de octubre de 2014

Ideando el plan...

¡Hoy me he turbado más de tres veces!
¿O me he masturbado más de tres veces?

No sé, no me acuerdo ahora. En fin, eso no es lo importante.

¡Lo importante es que me encontré!

Hace mucho en realidad, sólo que me doy cuenta ahora, porque veo la parte de mí que huye.

¡Y claro! Si hay algo que huye, es porque ha sido descubierto. ¡Qué divertidos somos!

El hecho es que me veo y me sonrojo, pienso: "¡Wuau! ¿Cómo me acerco a esta mujer tan escurridiza para quedarme en ella?" ...

Así que estoy ideando un plan, un plan secreto para enamorarme y llevarme al lego...


Ssshhh...que puedo estar soñándome...



martes, 21 de octubre de 2014

Mi vida y mi quicio

¡A veces me saca de quicio mi vida!!!

Limpiar, hacer, deshacer, limpiar otra vez, organizar, aprender, desaprender, limpiar otra vez, lo mío, lo de los otros, lo de mis hijas.

Mis hijas, esos seres maravillosos qe me alimentan y me devoran... Mami, mami, mami, mami!!!! ¡¿Queeeeeeeeee!!!!????

¡Me vuelvo loca sin enloquecer!!! ¡Qué locura!!!

Y entonces odio a mi madre, por recordarme lo que una madre es y lo que no quiero que sea......

Y entonces caigo redonda, rendida, literal, y me tienen que dar tres puntos en la cabeza...


Vaya metáfora, ¿eh???


La vida habla, y si no escuchas, ¡te grita!!!
Y vaya grito me dio esta vez...todavía me duele la cabeza.


Y como diría mi grandísima amiga Elena Alonso..." y nadie me salva porque ni me muero ni me ahogo, y al final soy una mujer feliz sin consuelo"


Pues éso, a ver cómo escucho sin tener que abrirme de nuevo la cabeza.



jueves, 16 de octubre de 2014

Me es-fumo

Se va la que amó, la que fue amada.
Se derrite la que abandonó, la que fue abandonada.
Se desvanece la que perdió, la que fue perdida.
Desaparece la que ganó, la que fue ganada.

Sólo queda la música, la banda sonora de lo que fue.
El drama, la poesía, la verdad, la mentira, la felicidad...
Las lágrimas, la risa, los besos, los abrazos, las miradas...

¿Qué queda si estamos sólos?
¿Es posible no desear ser mirada?
¿Qué sentido tiene ser completas si no nos podemos compartir?

Me esfumé en todo, para volver nueva. Pero el humo regresó y lo recreó todo igual, como era, como si se diera al rew a la cámara. Nada de lo que pasó después permaneció.

Mi cáscara se rompe, pero se regenera como si nunca se hubiera quebrado.
Tantas vidas creándola y pintándola, que ahora se niega a aceptar que ya no la desee.

Esta vida es la rompedora de cáscaras.
¡Lo decidí ahora mismo!

lunes, 13 de octubre de 2014

Palabras que me envenenan!!!!

Éstas son algunas palabras que estoy borrando de mi diccionario...
Palabras que me sientan como un tiro en toa la boca...

Proceso: Yo la cambiaría directamente por pro-sexo... Así se nos acabaría pronto la bobería, con un buen polvo.
Los procesos sólo son excusas, al menos aquellos tras los que nos escondemos para tardar en tomar conciencia y hacer lo que debemos. Simplemente se trata de ver y actuar. Desde el primer momento en el que algo no nos gusta o no nos cuadra, lo sabemos, entonces, llamémoslo por su nombre: comodidad, cobardía, pereza...

Amor verdadero: El amor es amor y punto, siempre. Ni es verdadero ni es falso. ¡Simplemente es!
¡Cuántos amores verdaderos nos perdemos por culpa de esperar ese otro! El que sólo está en las películas y los cuentos de hadas. Supuestos "amores" totalmente estériles y asépticos, "amores" vacíos de realidad.

Culpa: ¡Vaya mentira! Una de las palabras claves de quien o quienes nos quieren someter y manipular. Así pretenden hacernos sentir culpables, echándonos su propia mierda encima, mostrándonos luego esa imagen en el espejo, para que creamos que es nuestra.

Perdón: Si no hay culpa, no hay nada que perdonar. Ni siquiera a nosotros mismos. Somos humanos, no somos perfectos. Estamos constantemente aprendiendo, y por tanto errando. Evidentemente que hacemos daño con nuestros actos en algún momento.
Es también de humanos reconocer los sentimientos que nuestra acción ha podido provocar en el otro, es el momento de decir "lo siento". Un concepto totalmente diferente para mí al de "perdón".
El de "perdón" muestra culpabilidad, el de "lo siento", empatía, la cual me parece mucho más sincera y sanadora.

Follamigo: ¡Por favor! Vaya manera de banalizar una relación de amor entre dos amigos que deciden entregarse el uno al otro aunque sólo sea a través del sexo durante uno o varios momentos. Me parece desagradable e irrespetuoso este término, además de falso. Otra excusa más detrás de la que esconderse para no reconocer sentimientos más profundos.

Pecado: ¡Puaj, me arrojo toa! El simple hecho de pensar en ello me provoca náuseas. Me imagino alguna imagen de la peli "En el nombre de la rosa", más concretamente de algún monje sucio de dientes podridos. El único pecado para mí, y más aquí, en las islas afortunadas, es no ser feliz.
No niego que hayan realidades crudas, pero no tenemos un terrorista esperándonos al salir del trabajo, o no vemos mujeres enterradas hasta el cuello y lapidadas, o casas devastadas por tifones y tornados, o tanques atravesando nuestras calles.

Probablemente se me queden unas cuantas atrás, de momento, éstas son las que más me tocan las Trompas de Falopio.