viernes, 31 de octubre de 2014

Mi machillo interior

Hace tiempo tuve una conversación muy interesante, a la par que frustrante, con una amiga.

Le contaba que estaba emocionada porque en una tirada de cartas, me había salido "la unión sagrada"

-Esto significa que voy a estar con esa persona especial que tanto deseo, decía yo.

Ella replicaba...
-Lola, esa unión sagrada es la que se debe producir en tu interior, entre tu femenino y tu masculino. Hasta que no entiendas esto y lo aceptes, esa persona no aparecerá.

-¡Ay chona, déjate de pajas espirituales! Yo te estoy hablando de las reales, las que te penetran desde fuera.

-Jajajajajaja, bueno...tú misma con tu marisma, ya lo entenderás.

Vaya brujilla mi amiga, porque tenía razón. Ahora lo veo.

Antes tenía un dilema muy tonto pero significativo a la vez. Cuando algo me hartaba, decía...
"No me toques los ovarios" o " Me tienes hasta los ovarios"

Pero faltaba algo, no me cuadraba. Necesitaba decir "No me toques los Cojones" o " Hasta los cojones ya", así se me llenaba más la boca.

No me permitía las últimas expresiones, porque yo soy una mujer, no tengo cojones, o eso pensaba. Hasta que conocí a mi machillo interior.

En realidad hace unos años que se me presentó. Fue en un ejercicio de imaginación activa.

Apareció ante mí un indio americano, con los ojos pintados como la chica de la foto de esta historia. Entre ambos había un charco pequeño. Se arrodilló y me dijo:
-Asómate, y mira lo que ves en tu reflejo.
Mi reflejo era él. Entonces me susurró:
-Yo no estoy fuera, estoy en ti, acude a mí siempre que me necesites

Seguro que están pensando..." Vaya pedrada hermana"...
Jajajajajajajaja... Y sí, probablemente sea una pedrada, pero me la pela.

El caso es que me siento genial cada vez que me encuentro con él.

¡Me encanta! Es tan inteligente y encantador. Y está to bueno. Es el que me agarra cuando salgo corriendo como las locas detrás de algún masculino tóxico.

Me recuerda..."Tranquila, no necesitas ese cachito de carne para ser completa, ese momento de placer no te va a compensar los días de revoltura que vendrán después. Me conoces, y sabes que yo te puedo dar los mismos o más orgasmos"

Y es cierto, sabe perfectamente donde tocar, donde acariciar, donde apretar, qué palabras pronunciar.
¡Me pone que te cagas!, el muy descarado.

Olvidando esta locura transitoria, lo que quiero transmitirles es la importancia de estar en paz con nuestra dualidad.

Hasta que no entendí esto, estaba muy resentida con todo lo referente a los hombres. Les hacía responsables de mis frustraciones y de las de mis congéneres. Incluso no podía soportar el color amarillo, el color del yang, del sol padre, del juez todopoderoso.

Fui consciente entonces que no podía seguir así, porque al evitar y hacerle "foh" a lo masculino, inevitablemente estaba castigando y fumigándome a mi misma.

Porque queramos o no, lo viril también está en nosotras. Y es muy rico el momento en el que lo integramos en nuestra vida, para tener esa plenitud que tanto ansiamos y que tanto esperamos que venga a nosotras desde fuera.

¡Pues no Lala....Las bobas se acabaron... Y los bobos también!!!!!!


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