jueves, 6 de agosto de 2015

Lo que ocurre cuando ya no quieres follar con el padre de tus hijas

La historia entre el padre de mis hijas y yo fue y es tan bonita, que mucha gente tiene nostalgia de nosotros.

Cuando ven como nos miramos, como nos bailamos, como nos abrazamos, como nos amamos, piensan que queremos volver. Desean que volvamos, porque todos estamos sedientos de historias de Amor y reencuentros con final feliz.

No comprenden que lo nuestro se trata de un comienzo feliz, por eso ya no estamos juntos.

Pero les entiendo, porque incluso yo me lo planteaba. Pensaba..."Total Lola, es el padre de tus hijas, es un lindo, está to bueno y baila que te cagas, porqué no haces un poder y te lo follas..."

Lo que ocurre es que ya no le siento desde ese lugar.

Es como cuando me fui de casa de papá y mamá. Mis alas habían crecido tanto, que volver hubiera sido un suicidio.

Lo mismo ocurre con Mito, nuestras alas han crecido tanto por separado, que aunque nuestro vuelo coincida a veces por nuestras hijas, nuestro rumbo es distinto.

Continuamos cuidándonos y alimentándonos el uno al otro, pero cuando seguimos el caminito de migas de pan, éste nos lleva a otros cuerpos, a otras maneras de abrazar, a besos con nuevos sabores, a otro olor, a distintas formas de hacer el Amor.

Ahora puedo verle con mujeres a las que desea sin arrojarme toa, y él puede oírme hablar de hombres a los que deseo sin desear degollarlos.

Nuestras hijas están felices y tranquilas, porque mamá y papá se aman tanto tanto tanto tanto tanto, que ya no se empeñan en dormir juntos soñando con otros y deseando despertar en otro lugar.


1 comentario: