Éstas son algunas palabras que estoy borrando de mi diccionario...
Palabras que me sientan como un tiro en toa la boca...
Proceso: Yo la cambiaría directamente por pro-sexo... Así se nos acabaría pronto la bobería, con un buen polvo.
Los procesos sólo son excusas, al menos aquellos tras los que nos escondemos para tardar en tomar conciencia y hacer lo que debemos. Simplemente se trata de ver y actuar. Desde el primer momento en el que algo no nos gusta o no nos cuadra, lo sabemos, entonces, llamémoslo por su nombre: comodidad, cobardía, pereza...
Amor verdadero: El amor es amor y punto, siempre. Ni es verdadero ni es falso. ¡Simplemente es!
¡Cuántos amores verdaderos nos perdemos por culpa de esperar ese otro! El que sólo está en las películas y los cuentos de hadas. Supuestos "amores" totalmente estériles y asépticos, "amores" vacíos de realidad.
Culpa: ¡Vaya mentira! Una de las palabras claves de quien o quienes nos quieren someter y manipular. Así pretenden hacernos sentir culpables, echándonos su propia mierda encima, mostrándonos luego esa imagen en el espejo, para que creamos que es nuestra.
Perdón: Si no hay culpa, no hay nada que perdonar. Ni siquiera a nosotros mismos. Somos humanos, no somos perfectos. Estamos constantemente aprendiendo, y por tanto errando. Evidentemente que hacemos daño con nuestros actos en algún momento.
Es también de humanos reconocer los sentimientos que nuestra acción ha podido provocar en el otro, es el momento de decir "lo siento". Un concepto totalmente diferente para mí al de "perdón".
El de "perdón" muestra culpabilidad, el de "lo siento", empatía, la cual me parece mucho más sincera y sanadora.
Follamigo: ¡Por favor! Vaya manera de banalizar una relación de amor entre dos amigos que deciden entregarse el uno al otro aunque sólo sea a través del sexo durante uno o varios momentos. Me parece desagradable e irrespetuoso este término, además de falso. Otra excusa más detrás de la que esconderse para no reconocer sentimientos más profundos.
Pecado: ¡Puaj, me arrojo toa! El simple hecho de pensar en ello me provoca náuseas. Me imagino alguna imagen de la peli "En el nombre de la rosa", más concretamente de algún monje sucio de dientes podridos. El único pecado para mí, y más aquí, en las islas afortunadas, es no ser feliz.
No niego que hayan realidades crudas, pero no tenemos un terrorista esperándonos al salir del trabajo, o no vemos mujeres enterradas hasta el cuello y lapidadas, o casas devastadas por tifones y tornados, o tanques atravesando nuestras calles.
Probablemente se me queden unas cuantas atrás, de momento, éstas son las que más me tocan las Trompas de Falopio.

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