domingo, 30 de noviembre de 2014

Hacer el amor con alguien que sólo te folla

Dices que tú no haces el amor conmigo, que sólo me follas, porque todavía no soy alguien especial para ti.

No te gusta cuando te digo que yo hago el amor con todos, porque no quieres ser otro del montón,quieres ser "diferente". Curioso argumento para alguien que dice que sólo tiene sexo, que el amor es "algo" más. Y luego la incoherente soy yo.

Yo no hago comparaciones, las odio, son totalmente injustas, siempre sale alguien cagado.

No le niego el derecho de ser especial a nadie que quiera estar conmigo. Si he decidido regalarme, aunque sólo sea por unas pocas horas, es que así lo considero.

Eres egoísta, contigo el primero, y conmigo después, al intentar hacerme pensar mal sobre mí y mi deseo. 

Creo que estás confundido. Crees que es a mí a la que pones límites, y es a ti mismo, al no permitirte sentirte completo cuando estás con alguien "poco especial" según tu visión totalmente respetable pero ridícula sobre el encuentro entre dos cuerpos que desean comerse.

Ayer vi una adaptación de "El perro del hortelano", y me acordé de ti. Tienes sus mismos colmillos, los que ni comen ni dejan comer. 

Sí, te los he visto, aunque tú te empeñes en esconderlos. Los veo cada vez que hundes tu cabeza en mi sexo. Creyendo que sólo es eso, sexo, pero no sólo me estas comiendo el coño. Con él también te comes mis fluidos, con ellos mis células, y con ellas mi ADN. Compartir todo esto es entregarme, y eso para mi sólo tiene un nombre, Amor.

¿Entiendes ahora porqué te digo que hago el amor con todos? Porque con todos estoy húmeda. Es mi cuerpo el que responde, no mi mente. 

De todos modos hoy te voy a seguir la corriente. Será la última vez que te haga el amor, aunque tú creas que no será la última vez que me folles. 

No es justo seguir discutiendo sobre lo mismo. Nuestros cuerpos están cansados, no saben qué hacer con esta dicotomía. Pero el cansancio nunca fue rival para el deseo.
 
Hoy, al ser nuestro último encuentro, no quiero que te pongas el preservativo, no quiero barreras entre nosotros. 
 
Quiero sentir cada centímetro de tu fuego intentando apagar cada milímetro de mi humedad. La misma que quieres sólo para ti. 
 
No eres tonto, y sabes que esta vez es diferente. Lo siento en tu manera de apretarme contra ti, de pellizcar mis pezones en tus envestidas sin tregua. 
 
Así llego al primer orgasmo. Entonces vas bajando el ritmo, hasta quedarnos en el momento que más me excita.

Cuando te mueves despacio dentro de mi cuerpo, cuando nos besamos con los ojos abiertos, cuando me miras de verdad. Cuando admitirías, si no fueras tan orgulloso, que es más que sexo. Es amor, aunque no quieras compartir tu vida conmigo.

Entonces tu cuerpo lo siente por un momento, comienza a relajarse, a dejarse llevar. Pero vuelve la pesada de tu mente a jugarte una mala pasada, y comienzas a despertarte con más envestidas, pretendiendo despertarme a mi también. 
 
Lo que ocurre es que mi cuerpo aprendió a no discriminar,  aprendió a dormir despierto, por eso sigue soñando con tu polla dentro.





martes, 25 de noviembre de 2014

Rara, loca, radical, bella

Dicen todo esto de mí, y quizás tengan razón.

En realidad me gusta y no me importa.

Sé del secreto de la vida, el  que afirma que todo es posible y que nada permanece.

Me encanta sentarme a tomar un café en alguna terraza de mi pueblo, mientras escribo y sonrío a la gente que me ve.

Nos saludamos, hablamos, y si tienen tiempo se toman algo conmigo, compartiendo vida y sabiduría.

Tengo explosiones de amor muy a menudo. De repente siento un bienestar y alegría inmediatos que me inundan y me hacen vibrar con todo, con tod@s. Por eso no me canso de dar abrazos. ¡Qué sensación más rica esa de fundirse con otra luz de igual intensidad a la tuya!

Soy super mega cíclica, multipolar, pero eso lo explicaré en otro cuento, no quiero extenderme mucho.

Tengo el lacrimal estreñido, y muchas veces necesito un enema musical para poder llorar. Tengo una amiga que me dice que quiero ser tan buena, que incluso lloro riendo, para no preocupar a los que están a mi lado.

A lo mejor es eso, que tengo el lacrimal invertido, porque muchas veces río llorando y otras lloro riendo.

No me gusta el alcohol, pero fumo y tomo coca-cola. No me gustan los tollos y los callos, y me pongo ciega de shusi y makis.

No uso sujetador, me oprime, y sin embargo uso bragas. Porque me gusta olerlas cuando me las quito antes de ducharme. Huelen dulce, a sexo, a ganas, a vida, a amor, a mí, a ti.

Me encanta tener la regla, sentir como se purga mi cuerpo físico y emocional. Y cada mes, meto mis dedos limpios y santos de cuatro a seis veces al día durante tres días en mi coño ensangrentado, para poner y quitar mi copa vaginal.

Con mis hijas también soy rara. Las paro en el hospital sin epidural, o en casa a pelo contra pelo. Tomo líquido amniótico y como placenta, y la que me sobra la planto junto a ellas bajo un mandarino.

Recién paridas las pongo sobre mi pecho, corazón con corazón. Las huelo, las lamo, las acaricio, las abrazo y las pongo en la teta, durante casi tres años.

Nunca les pego, y cuando me sacan de quicio me muerdo la lengua hasta hacerme sangre, antes de hacer sangrar su hermosa alma con cualquier patujada de madre malcriada.

Dormimos las tres juntas, en dos camas unidas.

Les enseño su sagrado sexo en un espejo y les hablo de él. También les hablo del hechizo que hicieron a las mujeres hace miles de años. Cuando nos dijeron que era algo sucio y feo, que no podía ser tocado ni mostrado. Les explico que lo hicieron por miedo, porque es realmente poderoso, puede decidir dar a la luz vida o no.

También les hablo de otro poder,el de las palabras, a ellas mismas y a los demás. Porque la palabra es el arma más poderosa y sutil del ser humano, puede ser utilizada con amor o con ira, cambiando así la vida de una persona en cuestión de segundos.

No las bautizo, pero sí les hablo de esa fuerza que lo mueve todo, la que para mí a veces se llama Dios, otras Diosa, otras Vida, otras Energía, y siempre Amor.

Con los hombres también soy rarita. Respeto y confío en el que comparte mi vida y mis sueños. No tengo estrategias, y el orgullo me lo trago y lo mastico hasta cagarlo, quedándome más ancha  que pancha.

Soy una kamikaze, me entrego sin importarme chocarme contra un cuerpo disfrazado. Ya lo he hecho antes y no me asusta, porque sé que no me muero. Nunca llego a estamparme fuertemente, tengo un paracaídas mágico de colores para aterrizar suavemente.

Si se pasan de listillos les quito tres puntos, si se esconden bajo la piel de un cordero, cuatro, si pretenden metérmela doblada, cinco y si intentan manipularme o chantajearme emocionalmente, directamente borrón y poya nueva.

No soy celosa, porque no me comparo. Sé que no soy ni mejor ni peor, sólo rara, diferente, radical, bella.

lunes, 24 de noviembre de 2014

Mi rojo me cubre

No son tus espinas las que me hacen daño, es tu manera sutil de clavármela.

No me caben más espinas en mi cuerpo, y sin embargo me caben mil rosas.

Pero tú sigues ciego, empeñado en regalarle las rosas peladas a Julieta.

Julieta, esa pálida pusilánime que te atrae tan falsamente disfrazada de rosa, porque sabe perfectamente que es el color que atrae a los príncipes disfrazados de azul.

Y yo vestida de rojo, sin disfraz. Imposible ocultar el color de la sangre. Totalmente expuesta, sin escondites para ti.

Por  eso tú eliges tantos, porque te asusta el rojo, el color de la sangre, la que ves en mí cuando me sabes entregada.

Prefieres el rosa, el que disimula, el que esconde el color auténtico del útero.

Estás tan cómodo así, que incluso te has llegado a plantear si será azul, como en los anuncios de compresas.

Y yo aquí, enfadada con Julieta y no contigo, empeñada en borrar el azul de tu cuerpo.

Ni sé cuantas veces he visto "Avatar". Me recuerdan tanto a ti.

Veo tantas pruebas a mi alrededor que me demuestran tu indiferencia sobre tus espinas en mí, que he llegado incluso a sospechar de Dios.

Me invento un complot cósmico para no sentirme tan responsable.

Responsable de seguir eligiendo disfraces.

Bueno, creo que es cuestión de honestidad personal, de espinas y de risas, de colores y rosas.

Yo conozco mi color dominante, ¿y tú?

domingo, 23 de noviembre de 2014

Maestra de vidas

Sólo tenía una mejor enemiga después de mi, mi maestra de errores y aciertos.

He estado mucho tiempo enfadada con ella. Sin querer verla, a parte de mirarla.

Le ponía la máscara de soberbia mientras le ponía a su opuesto la de benevolencia.

Le daba las gracias por sus lecciones al mismo tiempo que la culpaba por ellas.

Dicen que la realidad no existe, que simplemente es una interpretación personal.

Que puedes crear en tu vida todo aquello que deseas.

Que no son los otros los que cambian, sino nosotros a través de nuestras percepciones y elecciones.

Y así lo creo. Todo cambió a mi alrededor cuando tuve el coraje de cambiar yo.

Cuando me posicioné y marqué mis límites. Cuando fui coherente conmigo misma y expresé mis sentimientos.

Entonces mi enemiga me vio, me miró. Al principio se lo tomaba a risa, luego me receló, luego se asustó, luego se lo creyó y luego me aceptó.

Admitió que había crecido, que tenía cojones, que era independiente, autónoma, y sobre todo, que no me iba a doblegar.

Ahora me respeta, y yo a ella.

Ahora la soberbia se convirtió en ternura.

Ahora puedo sentir su calor en su abrazo, su amor en sus besos, su respeto en sus manos.

Adoro sus manos, porque no me mienten sobre ella. Son las manos de una mujer fuerte, hermosa, valiente, con cojones también.

Quizás fue eso lo que nos enfrentó, ya sabemos lo que ocurre cuando hay dos machos alfa en la misma manada.

La amo, porque siempre ha estado conmigo, aunque en ocasiones sólo fuera para joder.

La amo, porque eligió parirme sin tener porqué.

Gracias maestra, gracias Mamá.


No quiero la luna

Cada mes soy más consciente de mis ciclos, de mi alma manifestándose a través de mi cuerpo de mujer. Veo y siento la luna en mí.

Soy mujer cambiante, distinta en ideas y apariencias, pero igual en esencia.

Unos días estoy desinflada, me cuestiono, desconfío de mí, de mis elecciones. Mi mente no para. Me desespero, quiero llamarte, besarte, preguntarte.

Me vuelvo a mentir, me digo que no pasa nada si no quieres lo mismo que yo, que después de todo, son momentos muy ricos llenos de palique, comida y sexo con amor. Que soy capaz de amar sin esperar nada a cambio.

Y te juro que lo intento, pero no he alcanzado ese nivel de desapego.

Sigo esperando que me quieras en tu vida, que me digas que eres el más afortunado del planeta  por tener mi regalo todos los días. Y me doy a ti, y te hago el amor como si fueras el único hombre en el mundo, para intentar convencerte de que soy la única mujer con la que no quieres dormir sin antes follar en tu cama.

Me contagio con el mal humor propio y ajeno. Me enfado, con el teléfono por su falta de cobertura, con la cortina del baño que se me pega y me acosa sin permiso, con los "multa parking". Critico y me cago en todo.

Me contradigo a posta, y vuelvo a buscar todas las piedras con las que tropecé para seguir lesionándome, mutilando mis deseos y cada cachito de la que dejo de ser. Así me dibujo decreciente.

Otros días me siento vacía de todo, hasta de mí. Reconozco mis mentiras, las que invento para justificarnos. Ya no tengo ganas de darme a ti, aunque nunca pierdo las de sentirte dentro de mí.

Me doy cuenta de que lo sucedido no tiene que ver sólo conmigo. Que por muy bonita que sea, y tú lo sepas y aprecies, no sientes "esa chispa" de la que tanto te gusta hablar. Puta chispa de los huevos cuando no soy yo la que la enciende.

No puedo hacer nada, ni me apetece. Te quiero tanto, que te entiendo perfectamente. Me voy, para que abandones tu comodidad y vayas a por tus sueños, esos que te hablan de otra, no de mí. Me quiero tanto, que me desvisto de ti, para mostrar mi traje más hermoso con el que alcanzar los míos también.  Estoy vacía, por tanto soy nueva.

Entonces llegan esos días en los que lamo mis heridas. Cuando me miro en el espejo y bailo para mí. Cuando me abrazo y me toco pensando en mí, en mi capacidad de entrega, de deseo, de ganas por la vida.

Ya no me conmociono por la falta de compañía. Me represento creciente.

Y así alcanzo esas jornadas en las que me reconozco completa, amo todo y a tod@s. Estoy en paz conmigo y con el mundo. Me sé capaz de cualquier cosa , pura energía compartiendose y manifestándose.

Vivo soñando, me propongo metas y muevo mi mundo para conseguirlas. Soy independiente, desobediente, sin co-herencia pasada que me limite. Me sé llena.

Mi alma no se rompe, no se quiebra, no se arruga, igual que la luna.

Ella sabe, por eso es imperturbable, atemporal,  y yo lo sé.

Estoy tranquila, porque confío en el maravilloso y misterioso plan que diseño junto con ella. Acallo mi mente para poder escuchar a mi corazón.

Es como cuando estaba de parto, mi mente no paraba de hablar, de desahogarse diciendo locuras. Y al mismo tiempo podía sentir a mi alma susurrar..."Todo está bien, da igual si te lo crees o no, la vida se manifiesta a través de ti"

No quiero que me digas que soy incapaz de alcanzar la luna, he visto mis huellas en ella. No necesito que me ayudes a conseguirla, nisiquiera deseo que me la des.

Porque yo, yo soy la luna.



sábado, 22 de noviembre de 2014

Hoy tengo el día...

Hay días en los que lo que lo que me molesta cero coma, me molesta un 1000%.

Que alguien ocupe dos plazas de aparcamiento con su coche, que se me pegue la cortina de la bañera mientras me ducho, que tenga que subir a la décima planta y el ascensor pare en todas, que me esté meando y la que esté dentro del baño se pegue lo más grande para salir....

Que me multen por aparcar en zona amarilla, aunque no moleste para nada el coche, sabiendo que ellos aparcan donde les sale del culo, y sabiendo que cuantas más rayas amarillas, menos aparcamiento gratis y más aparcamientos de pago, donde te sacan los ojos por unos minutos.

Los aparcamientos saca-ojos que más me joden son los de los hospitales. Ya bastante hay con tener a alguien enfermo o ir a trabajar, como para encima tener que pagarle a estos mamones abusadores.

Otra cosa que me envenena es que me digan lo que no debo hacer, sabiendo que saben que sé que no debo hacerlo. ¿Acaso yo me meto en sus vidas? Que manía de aparentar estar preocupados para inmiscuirse por la puta cara y luego decir "no es por meterme en tu vida, es que me preocupo por ti".

¡Anda y que te den!!!! Entrometid@ de mierda.

Bufff, hoy estoy que echo espuma por la boca....

Definitivamente me voy a hacer un calendario lunar, cada día estoy más convencida del efecto de la luna en mi cuerpo prestado de mujer.

Buen día, y no me tengan muy en cuenta esta diarrea de negatividad. Yo amo mi vida y la que me rodea, pero hoy me la come todo.

jueves, 20 de noviembre de 2014

De música y amor

Adoro los días en los que me siento conectada con todo y con tod@s. Esos días en los que me olvido de lo aprendido y recuerdo lo que es.

Cuando soy capaz de ver y verme. Las formas se desvanecen, sólo queda la esencia, la luz, la vibración.

Y para mí no hay mejor conductor de esa vibración que la música, el baile.

Me encanta bailar, con coreografía improvisada, sólo sintiendo mi esencia y su casa, mi cuerpo.

¿Han probado bailar desnudas frente al espejo? Lo recomiendo totalmente.

Como dice la gran Elsa Marrero: "No hay mayor herramienta de empoderamiento que bailar frente al espejo mirando tu cuerpo"

Así es. Es aceptarte tal y como eres. 

Balancea tu cadera, perrea, sarandéate, acaríciate. Ponte caras, sácate la lengua, provócate, sedúcete.

Regodéate en esas carnes preciosas, con sus estrías, su celulitis, sus pelos. Date palmaditas en ese culo hermoso, aprieta esas carnes deliciosas, son tuyas, y son únicas, como tú.

No te enfades si te dicen lo contrario. No todo el mundo tiene la misma graduación en sus gafas, y también  tienen derecho a expresar su opinión. 

Pero eso a ti, te la pela. Porque te has visto, te has aceptado cambiante, te has enamorado de ti.

El siguiente paso, si te apetece, es bailar para otr@.

"Uyuyuyuy... Que va, que va, que va..." 

Jajajajajaja.... Sí, ya sé que estás pensando, y créeme, te entiendo, pero....¿Ya habíamos superado esa fase, no? La fase en la que la opinión de los otros es más importante que la propia.

No te preocupes por la persona que tengas enfrente, lo que realmente le pone no es tu cuerpo. Es tu manera de moverte, tu valentía para hacerlo a pesar de estar muriéndote de vergüenza, tu entrega y ganas de romper los tabúes. Eso es lo que realmente hace que se le humedezca o se le ponga dura.

Ummmmm....¿A qué ya estás deseando ponerte frente al espejo?

Jijijijijiji.... ¡Hazlo! Y me vas contando.

Te dejo ya, que se me acaba mi canción favorita, la vida, y se me va mi danzarín más pícaro, el destino.

 

Hablando de música y amor

Me encanta la música, las canciones que hablan de amor, de portarse mal. A través de ella me conecto con mis realidades soñadas y elegidas.

Me encanta bailar, conmigo y contigo. Agarrados, sueltos, con coreografía improvisada, según sintamos nuestros movimientos con la melodía que nos mece o nos sacude.

Tuve un maestro que adoraba la música como yo. Me cantaba canciones en italiano, porque sabía que tuve un rollete de allí.

Le gustaba mucho mi interés por el amor y las relaciones, y se meaba de risa cada vez que me oía preguntarle a una pareja por la historia de su encuentro y enamoramiento.

Una vez le mandó un mensaje a una amiga para mí: "Dile que recuerde lo que le enseñé sobre el amor: Amor son acciones y no buenas razones"

Le echo de menos, pero cuando recuerdo que el tiempo, el espacio y la muerte son cuentos que nos han contado y que hemos decidido creer, la pena se deshace.

Porque le siento aquí, conmigo. Le hablo y me escucha. Incluso oigo las campanas de una iglesia lejana cuando terminamos de conversar. Es como si me confirmara que ha sido real, que nuestro amor no es imaginado.

Cuando me siento absurda e injustamente sóla, me acuerdo de él.

Entonces me doy cuenta de mi humano egoísmo y me levanto del tirón, para escribirle estas palabras y decirle... "Lo
siento, te siento, te echo de menos, a veces, cuando me pongo dramáticamente contenta, lo siento otra vez.

Pero ¿cómo aceptar querer verte, abrazarte, escucharte, que me hables, que me sonrías, y no poder tocarte?

Quiero tener superpoderes. Quiero verte como lo hace Yessy, quiero que me visites de vez en cuando en sueños. Que me digas que lo estoy haciendo bien, o no"

Este es uno de mis deseos para el 2015.

viernes, 14 de noviembre de 2014

La dramática

Hoy me siento aparcada, casi apagada, con poca cobertura.

No hay nada que me cubra, ni siquiera mis brazos al abrazarme.

No soporto esas canciones rancias y sobre escuchadas de amor. Canciones que no dicen nada nuevo, porque no hay nada nuevo ni viejo que decir sobre el amor. Porque el amor no se nombra, se vive.

No soporto las historias de amor dramáticas, estilo "Romeo y Julieta". ¿Cómo puede haber gente que desee una historia de amor como ésa en sus vidas? ¿Acaso no saben que mueren al final?

No soporto frases como "amar vale la pena", así nos va, nos lo creemos y terminamos llorando por las esquinas como las locas. Porqué no decir "amar vale la alegría"

Pues a pesar de no poder tragar nada de esto, hoy no quiero cortar mi vena dramática.

La voy a alimentar, voy a aumentar su torrente hasta provocar una aneurisma y hacer que explote, a ver si así explota mi pecho también y rompo por fin este bloque que me oprime y no me deja llorar.

Porque no quiero llorar por ti, porque nuestro amor valió la alegría, y no la quiero cagar ahora con lágrimas.

Pero hoy no me voy a reprimir.

Porque hoy miraba mis pies, sus dedos, y ellos me hablaban de ti, decían: 
-¿Recuerdas cuando nos apretaba y mordía mientras...
-¡Cállense, por favor! No me están ayudando nada.

Y es que hoy sólo soy a través de ti, de tu recuerdo.

De nuestra realidad que me visita y me trae tu olor. Porque mi piel sigue oliendo a ti, incluso mi sexo sigue oliendo a ti. ¿Me lo puedes explicar? No, no lo hagas, nunca te he pedido explicaciones, y ahora tampoco lo haré.

Hoy me recreo en nuestros posibles pasados, y hoy, sólo hoy, me da igual perderme un posible futuro.

Hoy no quiero vivir la realidad que elegí sin ti. Hoy, y sólo hoy, me voy a quedar en la realidad que no nos permitimos.

Mañana estaré mejor, seguro, porque por fin te lloré.

No te prometo nada, ya sabes que odio las promesas, tanto o más que las historias de amor dramáticas, pero igual pasado mañana mis pies ya no me hablarán más de ti.

Y sea entonces cuando tú quieras ponerme el zapatito de cristal, olvidando que yo, nunca aceptaré ser la princesa del cuento, aunque hoy me identifique con ella.




martes, 11 de noviembre de 2014

Mi contrincante

Siempre he elegido la lucha, el reto.

Ser la otra, la que no comienza pero termina la historia.

Aprendí a no pedir nada y así lo recibí todo.

Aún así no me sentía completa, no me sentía satisfecha.

Había algo dentro de mí que no podía comprender. No entendía porqué me sometía a ese desgaste.

Comencé a ver la piedra, mi piedra, y me di cuenta de la razón que me hacía repetir siempre el mismo patrón.

Alguien me hizo un hechizo de niña, "eres una falsa, tú no me quieres como yo a ti"

Y me lo creí, creí que mis sentimientos siempre iban a ser menos que los que recibiera.

Creí que no era merecedora de un amor "verdadero", ya que no era capaz de darlo. Por eso tenía que luchar para conseguirlo. Demostrar a toda costa que yo era la que más amaba y por tanto debía ser la elegida.

No era capaz de enfrentarme a mis miedos, porque no los conocía, y no los reconocía porque no eran míos. Eran de la persona que me hechizó.

Todo cambió en el momento en el que me reconocí como mi propia enemiga.

Cuando me elegí a mí, dejé de tener contrincantes.

Ahora me veo.

Ahora me desconozco y me aprendo.

Ahora me enamoro de mí.

Ahora amo mi sexo, me reconcilié con su olor, con su tacto, con su sabor, con sus escondites llenos de sensaciones sublimes.

Ahora cuido mi templo, lo lleno de rosas y ofrendas llenas de respeto y pasión.Ya no libro batallas absurdas en él con hombres que me quieren pero me mal-crían.

Ahora honro mi femenimo, lo femenimo de los hombres que me aman y lo femenimo de las mujeres que me respetan.

No necesito demostrar nada a nadie.

Me puedo mirar en el espejo.

Te puedo mirar a los ojos.

lunes, 10 de noviembre de 2014

La novia de blanco

Todas queremos ser la novia vestida de blanco.

Y sí, igual piensas que tú no, que no quieres aguantar la mierda de otro.

Pero...¿No es esa una idea consecuencia de las historias de otros, de tus padres, de tus amigos, de conocidos?

Es como el ateo que no cree en Dios porque la iglesia es un organismo corrupto, cuando la idea de Dios no tiene nada que ver con la iglesia.

Cuando rechazamos una historia creo que es muy sanador descubrir de donde viene esa negación, esa ira.

¿Qué parte del cuento nos hemos creído?

¿Nos lo creemos por nuestra experiencia?

Y si es así...¿Qué parte nuestra la cree, la víctima o la guerrera?

Yo he vivido muchos cuentos, y me he dado cuenta que la protagonista no era yo. Era esa que me habían contado que fuera o debía ser.

Recreé el relato de otros por no haber tenido la osadía y picardía de vivir el mío propio.

¡Se acabó!

Ahora escribo y vivo yo.

Soy la novia de vestido blanco que enseña el culo a todos, la que se queda con ese valiente y descarado que lo acepta, porque sabe que al final el que lo toca y lo penetra, es sólo él.

El que comparte el derecho de cuestionar el deseo y la responsabilidad.

El que deshace el cuento conmigo para experimentar el sueño hecho vida.

Soy la novia que pinta sus labios rojos para besar la realidad y morder la paranoia.

La novia que pinta sus uñas de rojo para arañar la espalda y apretar la espada.

Esa novia que nadie me contó que fuera, por eso sé que soy ella, que soy yo.

domingo, 9 de noviembre de 2014

Todavía no hemos hecho el amor...

Ayer vi un corto muy divertido, sin título, de un director que no busca fama, sólo hacernos pensar sintiendo.

En una de las escenas,  dos cuerpos tenían sexo. Cuando terminan ella le dice:

-Me encanta mirarte a los ojos cuando hacemos el amor.

-Bueno...todavía no hemos hecho el amor, sólo hemos follado.

¡Jajajajajajajaja!!! ¡Casi me meo!!


Me hace mucha gracia cómo nos enredamos a veces entre conceptos aprendidos, conceptos "cool", que están de moda en esta era "new sexual". ...

Creo que cuando dos personas tienen sexo de forma concensuada, siempre hacen el amor.

Es un acto de entrega, comparten sentimientos, fluidos, por tanto células, por tanto genes, por tanto ADN. 

Si compartir todo ésto no es hacer el amor, que venga alguien a convencerme de lo contrario.

viernes, 7 de noviembre de 2014

No me muero

Mátame si quieres, yo te mato a ti quince veces al día.

El cartero siempre llama dos veces, pero tú llamas dieciséis, porque sabes que después de la décimoquinta, ya no soporto tanta sangre tuya en mis manos.

Y te abro la puerta, y te dejo entrar para curar las heridas que yo misma te hice.

Entonces me atas a la cama, quieres venganza.

Haces nudos con mi voluntad, pones esposas a mi decisión, anulas mi determinación.

Y yo no me opongo, no me resisto, dejo la pelea conmigo misma para cuando te vayas.

Cuando vuelva a encontrarme sóla frente al espejo, ese testigo silencioso de nuestras ganas avivadas por nuestro deseo de muerte.

Deseo de morir las sentencias inventadas que nos separan. Sentencias de jueces ajenos a nosotros.

Pero las seguimos eligiendo, posponiendo así el tratado de paz.

No es rentable firmar la paz, como en todas las guerras.

Nos parece excesivo el precio, soledad a cambio de paz.

¡Qué aburrimiento!, pensamos.

La próxima vez no te abriré la puerta, ni te mataré, para que no desees castigarme.

Pensaré en lo que deseo que ocurra y debiera haber ocurrido, en lugar de pensar en las veces que me habría corrido.

Ya no quiero matarte, porque no quiero seguir muriendo yo.

jueves, 6 de noviembre de 2014

¡Gracias, bruja de uñas rojas!

"Lo mires por donde lo mires, has visto poco y queda mucho por ver"

Esto me lo dijo mi bruja. Sí, tengo una bruja a la que amo y adoro.

Muchas mujeres acuden a ella preguntándole por el amor.
"¿Cómo podemos seguir tan ciegas, cómo tan sólo 5000 años de patriarcado pueden haber borrado la sabiduría de millones de años vividos con ese amor dentro de nosotras?" Decía.

Ella, paciente, las escucha, pero no les contesta. Les incita a hablar con otras mujeres y hombres.

Ellas saben a quien preguntar según su estado de ánimo.

A veces preguntan a quién le dirá lo que quieren oír...

-Él te ama, sólo que tiene miedo.
-Él te ama, pero no tiene la madurez necesaria para comprometerse.
-Él te ama, pero piensa que es poco para ti.
-Él te ama, pero tiene dudas.

Otras veces preguntan a quién le dirá lo que no quieren oír...

-Olvídalo, no siente "eso" que "debe" sentir para quedarse contigo.
-Olvídalo, se aprovecha de ti.
-Olvídalo, es un chiquillaje.
-Olvídalo, es una gallina  para tanto millo.

Y cuando se han hecho 2000 preguntas, y se han contestado 5500 veces, les dice...

-¿ Qué sientes ahora?

-Siento agotamiento y al mismo tiempo mucha paz.

-Bien... ¿Qué sabes ahora que ya sabías y no querías acertar?

-Que dan igual las preguntas, porque importan menos las respuestas.
Lo que realmente importa es el hecho, dan igual las razones de dicha elección.
Y está claro que lo que ha elegido no soy yo.

-Ummm... ¿Y entonces?

-Entonces pienso... "Me da igual todo, la vida son tres días, me lo follo cada vez que quiera, así él seguirá pensando en mí, aunque sólo sea por ese momento de placer"

-¿Y?

- Y luego me digo..." Eso no es amor, ni por ti, ni por él. Es necesidad, es orgullo, es engaño. ¿Cómo quieres amor en tu vida si tus acciones van en su contra?"
Así que decidí elegir yo, hablé con la arpía que me poseía, le dije que la entendía, pero que ya no me convencía su discurso.

-Ya veo... ¿Y tú?

-Yo también. ¡Gracias!!!

-¿Sabes porqué pintó mis uñas de rojo?

-No.

-Hay pinturas muy antiguas en las piedras de todo el planeta. Pinturas prepatriarcales, donde las mujeres se pintaban con sus uñas rojas. Era una forma de mostrar su capacidad de logro, su capacidad de moverse hacia sus objetivos.

Si alguna vez sientes dudas, vete a la naturaleza, pinta tus uñas de rojo e invoca a tus ancestras, toda su sabiduría amorosa está en ti. Deja de buscar fuera lo que está dentro. Porque lo de fuera es sólo un reflejo de lo de dentro.

Esta bruja está en mí, igual que lo está en ti.

domingo, 2 de noviembre de 2014

Reconciliándome con el whatsapp

"La culpa es del whatsApp, da pie a malinterpretaciones"

Puede ser. Es cierto que se pierden muchos detalles, como el tono de voz, la mirada, los gestos, los silencios....

Pero, sinceramente, creo que tiene que ver más con las inseguridades de cada uno.

Esas que nos hacen mirar cuándo se ha conectado por última vez, si está en línea y no nos contesta, si cambió la frase de su estado, qué foto tiene.....

Y esas frases épicas ya en el whatsapp y en la vida...."Pepito ha abandonado el grupo","Susanita se ha unido al grupo", "Y lo sabes"...

Jajajajajajajaja..... ¡Vaya paranoia por favor!!!!

Es mucho más sencillo que todo esto.
Es más rico quedarnos con las ventajas, como todo en la vida.

Nada está bien y nada está mal, es nuestra interpretación de la realidad la que lo determina.

El whatsapp tiene sus ventajas también.
Hay una respuesta más rápida y barata.

¿Y qué me dicen de esa sensación maravillosa que provoca ver la palabra "escribiendo" en verde? ¡Me encanta!

Y esa sonrisita tonta que se nos escapa al leer esos deseos y proposiciones....

Esa manera desinhibida de expresarnos, probablemente propiciada por la privacidad que se produce al no sentirnos mirados. No sé porqué, pero mi imaginación vuela cuando no me siento observada.

Así que me estoy reconciliando con él, o mejor aún, con mi personaja la controladora, la que no tiene paciencia para esperar la respuesta del otro sin hacerse pajas mentales.

Se está haciendo un curro, mi niña linda...

Y lo está consiguiendo, porque sabe que no hay nada más maravilloso que levantar la mirada del móvil y ver toda la vida bonita que ocurre a su alrededor.

sábado, 1 de noviembre de 2014

No me asustas

No te tengo miedo.

Estoy tan cansada que ni ganas de asustarme tengo.

Estoy agotada. Soltar, agarrar, desapegar, despegar, desear, desesperar, preguntar...

¿Por qué la libertad incomoda tanto? 

¡Vaya mierda esto de tomar decisiones!

SÍ, ya sé que haciéndolo te sientes genial, poderosa, dueña y señora de tu vida.

Pero... ¡Podría ser más fácil, joder!

Entiendo perfectamente a los pusilánimes. 
Esos que se dejan arrastrar por las circunstancias sin plantearse consecuencias o cambio de planes.

Porque ser el capitán de tu vida exige tener valentía, compromiso, constancia y responsabilidad. 

Exige dignidad, ¡cómo me jode esta palabra!
No puedes follar cuando quieres, no puedes comerte una hamburguesa, no puedes pillarte un avión y marcharte pal coño...

Pero es así...

Podría cometer los mismos errores, sé que tropezaría con la misma piedra, pero es mi piedra al fin y al cabo.

Ya he tropezado antes, y sé que me caería, pero no me moriría.
Seguiría aprendiendo, pero estoy cansada de aprender a través del dolor, como diría mi buena amiga Eneida.

Por lo menos he dejado de engañarme a mí misma. 

Ya no digo: "Es que no puedo evitarlo".
Ésta  es la mentira piadosa más común para con nosotros mismos. 

¡Alfavó! Claro que podemos evitarlo, pero no nos interesa, porque a veces duele.

Tu corazón, alma y cuerpo, se están adaptando a algo desconocido, el poder de la toma de decisiones por ti misma y la aceptación de la responsabilidad que ello implica. 

Con lo fácil que es echarle la culpa a los demás.

¡Bienvenida al mundo de las reinas!
Donde el miedo es sólo una excusa más, y por tanto, como todas las excusas, no existe.

Y lo sabes....

Rabiosa

No, el título de esta historia no tiene nada que ver con Shakira.

Se trata de la parte de nosotros que se enfada, que reclama, que grita, que exige.

Estamos tan bien educados, que nos pasamos la vida castrándola, sobre todo las mujeres, no nos vayan a tildar de histéricas.

Haciéndonos chiquititas y ahogando nuestra voz. Regalando al mundo la que quiere oir, la suave, la dócil, la sumisa...

Disociándonos a cada rato, separando y controlando mente-alma-corazón-cuerpo.

Improvisando el papel de nuestra vida según los sentimientos, actuaciones y pensamientos de los otros.

Obteniendo el "Óscar" al mejor papel secundario, dejando el de actriz protagonista para las que son dueñas de sus vidas. Y encima las criticamos por prepotentes, locas y provocadoras.

Me da igual el Óscar, el Pedro o el Paco.

Soy la protagonista de mi vida, la directora y productora de mi propia película. Yo elijo el reparto, y respeto el texto libre de los que en ella están.

Invoco a una de mis heroínas, la rabiosa.

La que utiliza la rabia a su favor, para darse impulso, para conseguir lo que desea y poner límites.

La loca, la histérica, la arpía, la radical, la ordinaria...

La que ríe a carcajadas de manera diabólica, la que perrea delante de todos y todas, la que dice palabrotas con la boca llena.

La que grita, la que da golpes en la mesa, la que se muere y renace pariéndose a cada momento con un alarido desgarrador de poder.

¡Yeahh!!! ¡Ya se está manifestando!!!

No se asusten si dentro de poco oyen un grito que mezcla dolor, placer, poder y alivio.