miércoles, 23 de marzo de 2016

¡Ay, qué pereza!!!!

"¡No se puede tener todo mi niña!"

La de veces que me he tenido que morder la lengua para no decirle esta gran mentira a mis hijas.

Claro que se puede tener todo, el secreto es permitírtelo.

Yo lo quiero todo.

Por eso no puedo ser tu media naranja, porque no quiero que te conformes con mi mitad, yo no voy a conformarme con la tuya.

Quiero comerte entero, engullirte, todo de ti. Tus sonrisas, tus lágrimas, tu locura, tu testosterona, tu lado femenino; tu yin y tu yang. Quiero acariciarte el alma. Sin tiempo, sin medidas.

Quiero que me comas entera. Con mis fantasías, mis dramas, mis locuras, mi incoherencia, mi optimismo, mi mala hebra, mis ovarios, mi menstruación y mi ciclo lunar, mi danza, mis palabras...

No quiero que me comas a cachitos, por capítulos, a destiempo.

No quiero tener que interpretar, adivinar, contar las palabras y masticarlas antes para que no te atragantes.

Quiero que te atragantes, quiero que tosas todas tus pajas mentales.

Si no vas a salirme por la boca mejor cállate.

Si no estás preparado para recibir todo lo que quiero darte, no vengas.

No pienses por mí, no tienes que protegerme de nada, menos de ti.

No soy una princesita, no me la comas con excusas baratas y filosofías mediocres de amores mediocres a lo culebrón latinoamericano.

Yo quiero la vida real. Y en la vida real la gente que quiere hace, el amor, la poesía, la fantasía, con alevosía y sin culpa.

La gente real hace alquimia, como tú y como yo. Si no mira de donde venimos y en donde nos reinventamos.

No hay que ir a ningún sitio, el lugar somos nosotros.


1 comentario: