lunes, 21 de marzo de 2016

Espejos

Me estoy recordando.

Nada nuevo, sólo me dejo sorprender por mis espejos.

Qué bueno poder mirarme en la mirada de mis amigas y no ver juicio, mirarlas y reconocernos.

Qué lindo mirar a mi diferente y ver tantas similitudes.

Mantener la mirada cuando lo que quiero es mandarte a la mierda. Sólo unos segundos más tarde me veo con tus zapatos y puedo sentir tus "tropiezos", que curiosamente, han sido los míos, si no en esta vida en otras.

Me doy cuenta de que eso no sería posible si no te sosteniera la mirada, si ante tus patujadas, me diera la vuelta y te lanzara un rayo fulminador con los ojos de mi nuca.

Y entonces llego a ese lugar donde todo es nada y nada importa porque todo cuenta junto, imposible entenderlo separado ya que la esencia es Una.

La tríada de lo que es, creador, creación, criatura.

La existencia de uno no tiene sentido sin los otros dos, da igual el orden porque el caos es la esencia. Sin él y su magia no existiría la vida, el mestizaje, la magia de la evolución.

Nadie es puro, sin mezcla, todos somos cachitos de todos, por eso me puedo poner tus sandalias y no me molestan, si lo hicieran no habría entendido el regalo de estar aquí, la fortuna de estar viva y caminar a tu lado.

Aún así se me olvida de vez en cuando mirarte a los ojos, volviendo a formar parte de la desconfianza y el juicio.

Imperfecciones que no me quitan el sueño porque en él todo se vuelve a ordenar, vuelven los espejos.

¡Gracias!



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