No te voy a decir cuál es porque no me has preguntado, porque sabes que lo importante no es la pregunta, ni siquiera la respuesta, ni siquiera algo es importante, porque todo cuenta, sin importar los números.
Cuéntame algo diferente, algo que se da si lo deseas, si no, no.
Todos se enfadan porque enfadarse es seguir contando. Ellos no quieren sumar, sólo contar, aunque sea hacia atrás, restar.
Gracias por provocarme, por meterme el dedo en la boca y no en el coño.
Gracias por no follarme sin antes vomitar este sapo azul que habla por mí, por ti.
Gracias por separar al sapo de mí, por quererme tanto que ni siquiera te importe que lo tenga en la boca y que quiera hablar cuando lo que queremos tú y yo es besarnos con lengua.
No preguntas por mi deseo porque sabes que mi deseo eres tú, y los deseos que se dicen antes de cumplidos, se cumplen al revés.
No voy a soplar la cerilla, voy a esperar que te quemes para comprobar que eres real y tú no vas a apagar la cerilla antes de quemarte, para comprobar que realmente te quiero cuidar.

No hay comentarios:
Publicar un comentario