lunes, 28 de septiembre de 2015

Y volvieron a comerme las mariposas

Hay gente que  tiene aracnofobia, otros agorafobia, otros claustrofobia...

¿Cómo se llama el miedo a las mariposas???????

Otra vez las tengo revoloteando en mi estómago y cuando menos me lo espero me muerden, llevándose un trocito de mí para entregártelo.

Es una sensación muy incómoda, no sé a qué masoquistas se les ha ocurrido hasta hacerles poemas para alabar su capacidad de desestabilización cuando estás enamorado.

Son horribles, no me gusta esta sensación. 

La sensación del miedo que provoca la posibilidad de perder algo que  no es mío.

El miedo a entregarme, a desarmarme, a ser vulnerable, a perder el control sobre mí.

Pensaba que tenía la pócima perfecta anti celos, anti necesidad, anti posesión...

¡Qué bien se vive a veces en "lo que se supone"! En ese mundo soy mi única dueña y señora. En él incluso me atrevía a dar consejos a los demás. ¡Ja, menuda ingenua!

Lo sé, probablemente sea menos excitante, pero es más "seguro ". No te expones a la realidad, a la que no hace concesiones, a la que te sacude sin pedir permiso.

¡Qué irrespetuosa y descarada es a veces la vida!

Ya sé que todo lo que ocurre tiene un para qué, pero, ¿y si me la suda saber la respuesta? No importa lo que yo quiera, casi siempre va por libre.

Otra vez volvió la ansiedad de confundirla con un cuento de hadas, de esperar algo irreal, de sentir celos, de desear y no tener.

"Deseas lo que no tienes", dicen. ¡Y una mierda! Yo tengo mucho Amor, me desborda, pero, de repente es como si se me gastara y dependiera de ti para que me llenaras el tanque. Ejem, podemos obviar el simil tan evidente.

¡Lo ven! Hasta dejo de hacer chistes fáciles con el sexo. ¡Dios mío, esto es más preocupante de lo que pensaba!

Algo o alguien se empeña últimamente en hacerme saltar, en hacer que me entregue, que confíe.

Soy muy cabezota, así que ésta sea quizás la única forma que ha encontrado para que al fin lo consiga, enamorarme de nuevo.

Por eso he decidido rendirme y confiar, no me queda otra si quiero mantener mi escasa salud mental.

Por esto y porque prefiero la incertidumbre de poder verte marchar, a la certeza de que no estés por miedo a verte volar.


"Si no puedes con tu enemigo, únete a él " He convertido mi estómago en un mariposario. 

Dejo a mi instinto hablar con ellas, al fin y al cabo son unas grandes expertas en el campo del enamoramiento, por mucho que me joda y me empeñe en negarlo.

Se me pudrieron las flores de los cuentos que antes escribí, tendré que reinventarme, lo acepto, al comienzo y al cabo de eso trata, ¿no creen??





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