viernes, 18 de septiembre de 2015

Y dejaron de contar números

Ellos soñaban con 69s, con el tiempo que pasarían juntos, con cuánto faltaba para verse, con pestañas infinitas...

Contaban el amor a través del tiempo, como habían aprendido a hacer.

Entonces un día se inventaron otro cuento.

Dejaron de contar y empezaron a sentir.

Sentían las caricias no dadas, el roce de las pestañas en la piel, el sexo del otro sin importar si era un 69 o un 44.

Ahora veían a través del tiempo sin contar con él. 

Estaban asustados, era un amor nuevo, deseado pero desconocido.

No estaban acostumbrados a amar porque sí, sin tiempo, sin razones. No se sabían merecedores de ese Amor.

Comenzaron a recordar la vida tal y como es, atemporal.

La vida les mostró que es justa, siempre, y ese Amor es justo.

Justo lo que desean, justo lo que necesitan.

Así que ahora ya no cuentan los días, no cuentan historias ya dichas, inventan y crean las suyas.

Ahora se permiten vivir en la abundancia,  y la abundancia es siempre infinita, como su Amor!
 
Ahora se comen con los ojos sin importar las pestañas, ahora todo es perfectamente imperfecto. 

¿Cómo se podría comer si no a alguien con los ojos?



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