Bienaventurados aquellos que dándolo todo han recibido la mitad y aún así siguen creyendo en las sorpresas.
Valientes son aquellos que habiéndolo perdido todo no culpan o chantajean a nadie y siguen adelante con su mejor sonrisa agradeciendo cada momento vivido.
Cada uno es dueño de su vida, de lo que decide dar.
Afortunados los que después de quemarse no se esconden en un iglú de hielo. Los que hacen un conjuro con sus cenizas para sanar su corazón y que así vuelva a amar completo e inocente.
Ahora que me he sanado es que puedo encontrarte.
Ahora que subiste a tus murallas es que me puedes ver.
Quiero quedarme contigo, contigo dentro de mí y contigo rodeándome.
Quiero amarte y que me ames hasta que los dos queramos. Enteros, completos, complacidos por nosotros mismos.
Quiero que estés en mi vida siempre que quieras y que al amanecer me despierte y te encuentre contándome las pestañas.
Ellas te dirán secretos de cuando éramos antes, tú me los susurrarás y los recordaremos juntos mientras hacemos el amor, lento, suave, mirándonos a los ojos que nos guardan para luego soñarnos cuando no estemos juntos.
Te amo, todavía no te tengo conmigo y ya te siento como si así fuera.
Ven pronto amor, eres tú.

quien fuera quien, para mirarte a los ojos amandote , y ya luego poder recordarte cuando no estes, LOla mi LOla,
ResponderEliminarQué lindo eres siempre, Oswaldo! Gracias 😘
ResponderEliminar