miércoles, 30 de marzo de 2016

Hi, yuos, Silver!!

Me encanta que alguien me pida que escriba sobre ella o él, sobre todo cuando es alguien a quien admiro y quiero tanto.

Me cuesta escribir sobre algo que no es mío, pero ésta bien podría ser la historia de cualquiera de una de nosotras.

Es la película ordenada de una mujer ordenada. Una princesa que hizo realidad su sueño de encontrar su príncipe azul, tener hijos y formar un hogar feliz con perdices por el jardín.

Pero en las películas poco se habla de la realidad, menos de la maternidad real.

Esa que te golpea, la que te quita capas y capas, la que te arranca la ropa sin permiso, dejándote desnuda ante un cachorrito que te mira lleno del amor que no te dabas, mostrándote todas las pesadillas que pensabas ya no volverían a quitarte el sueño.

Y mientras, tu príncipe mira asustado, paralizado por la fuerza de los golpes y tu llanto, sin saber qué hacer, a él tampoco le dijeron la verdad.

Entonces no entiende nada, no tiene paciencia, ya no ve a la princesa rosa, ahora ve a la mujer, una mujer roja.

Pocos y pocas son los que soportan el color rojo. Ya sabemos lo que pasa con Pablo Iglesias, los indios americanos, las compresas de la tele y su líquido azul.

Y cuando empezaba a recoger los jirones de su disfraz, la vida le vuelve a dar la vuelta cansada de verla vestida con harapos.

Queda desnuda frente a su príncipe que también se ha quitado el traje de color, príncipe y princesa ya no se reconocen.

Y vuelve a llorar, a tener cuatro párpados, a pensar que nadie la volverá a querer, a desear, a ver, porque pocos soportan el impacto del rojo, de su fuerza, de la sangre.

Pero de él nos reinventamos, y "la primavera nos estalla en la cara", "dejamos de arder para ser la llama", porque ya sabemos que "cualquier barranco seco vuelve a correr con la tormenta adecuada"

Así es como de repente aparece un indio americano encima de su caballo que no es blanco, es pinto, y luego otro de espalda ancha y pies preciosos, y luego otro y otro y otro...

Y nos miran, a nosotras, a mujeres encarnadas en una nueva piel, con cicatrices, pero nueva.

Al principio están recelosos, pero algunos incluso se atreven a transgredir la regla, empapándose con nosotras de vida nueva.

Ahora lloramos de emoción, celebrando "regalos envueltos en putadas"

Ahora la vida se presenta tal como es, multicolor, tornasol, transparente, sin velos, sin cristales empañados más que por el vaho de la excitación.

Nota aclaratoria: hay frases que no son mías, plagiadas con el permiso de su autora que en cualquier momento puede reclamarlas.



lunes, 28 de marzo de 2016

Esa delgada línea entre cómeme el coño y ven que te doy la teta

¡Ay mujeres maravillosas y lindas de mi vida, Lola de mi corazón!

¿Por qué somos tan pesadamente protectoras??

¿Por qué confundimos sexo con protección??

Enseguida nos creemos con el derecho de "guiar, enseñar y salvar" a nuestros amantes.

Qué soberbia la nuestra, conocedoras del bien y del mal, guías ilustradas de pobres hombres descarriados, perdidos sin nuestra luz.

¿Por qué no cambiamos el orden de las cosas?

¿Qué tal si nos ocupamos de nosotras, de salvarnos a nosotras? ¿Qué tal si nos empezamos a plantear que no hay nada de qué salvarse, que se trata de todo lo contrario? 

Se trata de arder, de mudar la piel, de respetar ese lugar sagrado del que nace nuestro fuego, nuestro útero, nuestra vagina.

Deberíamos reconciliarnos con ella, decir su nombre en alto, darle su lugar, el lugar del placer, de la vida.

VA-GI-NA, CO-ÑO, U-TE-RO. 

Porqué tanto miedo a nombrarla, ¿por miedo a ser juzgadas, a ser acusadas de irreverentes, descaradas, osadas, salidas, putas? OMG!!!

Vamos a dejarmos en paz con nuestro propio infierno lleno de flores. Hagamos o digamos lo que sea, cada uno necesita ser su propia manguera, su propia paja, su propio hechicero o bruja.

Dejémonos caer,  estamparnos contra el suelo antes que contra la pared, estallemos en mil pedazos de verdad silenciada, lo bello nace del caos, el desorden, trozos tropezando entre sí vivos por la risa de la incoherencia necesaria a veces.

Ya hay psicólogos y  psicópatas suficientes en este mundo como para ser uno más del montón.

Ocupemos nuestro lugar, sin etiquetas, y cuando nos acomodemos en un sitio, volvamos al juego de la sillita, a ser niños que se descolocan a gusto para estirarse  y volver a la adrenalina de no saber dónde estará el próximo cuerpo a habitar, sin preocuparnos por lo que pueda suceder, porque siempre será maravilloso.



domingo, 27 de marzo de 2016

¿Y si la próxima vez empezamos por los pies?

La próxima vez que nos veamos me acostaré frente a tus pies.

Los tocaré y hablaré con ellos, quiero saber qué pisan.

¿No te había dicho nunca que me encantan? ¡Los adoro! 

Seguro que no te dabas cuenta, pensabas que mi atención estaba en otra parte de tu cuerpo, pero te equivocabas.

Me quedaba embelesada observándolos cuando caminabas descalzo, cómo te sostenían, cómo intentaban todo el rato bajarte a tierra, al aquí y ahora.

Y tú no parabas de hablar sin fijarte en ellos, en el mensaje tan bonito que siguen teniendo para ti. En el esfuerzo cariñoso que hacen para que camines con menos peso sobre tu espalda, tan preciosa también.

Incluso llegabas a pellizcártelos, a arrancarles las uñas, y ellos pacientes se callaban, no se atrevían ni a sangrar, porque conocen tu dolor y saben que esa es una de tus maneras de aliviarlo.

Cuando nos recostábamos desnudos frente a frente los miraba de reojo, se frotaban entre ellos tímidos y excitados por lo que sabían que venía después.

Un día incluso te vendé uno ellos, ¿recuerdas? Estaba un poco avergonzado porque pensaba que olía mal. Nada más lejos de la realidad, olía a esfuerzo, a ganas de escalar retos y caminar sueños.

¿Sabías que cuando nos asustamos la primera parte de nuestro cuerpo que reacciona son los pies?

Se engruñen, intentando agarrarse a la vida.

Quiero acariciarlos suavemente y que me cuenten qué es lo que te asusta, quiero que me digan tus miedos, a qué te aferras cuando te invade algún terror.

Quiero saberlo porque por alguna razón que desconozco, te elegí como espejo.

Así, conociendo tus miedos, conoceré los míos.

Te quiero mucho. Acabo de darme cuenta cuánto me amo a través de ti, nos parecemos tanto.

Ya sé que piensas que estoy loca, pero no me importa, si no fuera por esta locura no viviría el regalo de este amor loco, me correspondas o no.

Creo que no es eso lo relevante. 

Lo esencial y más verdadero para mí es el permitirme por una vez hace mucho tiempo, sentir, sin razonar, sólo sentir.

Todo este tiempo sin saber porque llegaste a mi vida y hoy tras haberte mandado un par de mensajes, una charla con dos amigas y una peli, la respuesta llega sóla.

Gracias, porque me traigas un detalle o no, te quedes en mi vida o no, sin importar el nombre que le demos a esa estancia, me has hecho uno de los más grandes regalos posibles, el saber cuánto soy capaz de amar a alguien, capaz de amar a mí, sin importar lo que venga después.














miércoles, 23 de marzo de 2016

¡Ay, qué pereza!!!!

"¡No se puede tener todo mi niña!"

La de veces que me he tenido que morder la lengua para no decirle esta gran mentira a mis hijas.

Claro que se puede tener todo, el secreto es permitírtelo.

Yo lo quiero todo.

Por eso no puedo ser tu media naranja, porque no quiero que te conformes con mi mitad, yo no voy a conformarme con la tuya.

Quiero comerte entero, engullirte, todo de ti. Tus sonrisas, tus lágrimas, tu locura, tu testosterona, tu lado femenino; tu yin y tu yang. Quiero acariciarte el alma. Sin tiempo, sin medidas.

Quiero que me comas entera. Con mis fantasías, mis dramas, mis locuras, mi incoherencia, mi optimismo, mi mala hebra, mis ovarios, mi menstruación y mi ciclo lunar, mi danza, mis palabras...

No quiero que me comas a cachitos, por capítulos, a destiempo.

No quiero tener que interpretar, adivinar, contar las palabras y masticarlas antes para que no te atragantes.

Quiero que te atragantes, quiero que tosas todas tus pajas mentales.

Si no vas a salirme por la boca mejor cállate.

Si no estás preparado para recibir todo lo que quiero darte, no vengas.

No pienses por mí, no tienes que protegerme de nada, menos de ti.

No soy una princesita, no me la comas con excusas baratas y filosofías mediocres de amores mediocres a lo culebrón latinoamericano.

Yo quiero la vida real. Y en la vida real la gente que quiere hace, el amor, la poesía, la fantasía, con alevosía y sin culpa.

La gente real hace alquimia, como tú y como yo. Si no mira de donde venimos y en donde nos reinventamos.

No hay que ir a ningún sitio, el lugar somos nosotros.


lunes, 21 de marzo de 2016

Espejos

Me estoy recordando.

Nada nuevo, sólo me dejo sorprender por mis espejos.

Qué bueno poder mirarme en la mirada de mis amigas y no ver juicio, mirarlas y reconocernos.

Qué lindo mirar a mi diferente y ver tantas similitudes.

Mantener la mirada cuando lo que quiero es mandarte a la mierda. Sólo unos segundos más tarde me veo con tus zapatos y puedo sentir tus "tropiezos", que curiosamente, han sido los míos, si no en esta vida en otras.

Me doy cuenta de que eso no sería posible si no te sosteniera la mirada, si ante tus patujadas, me diera la vuelta y te lanzara un rayo fulminador con los ojos de mi nuca.

Y entonces llego a ese lugar donde todo es nada y nada importa porque todo cuenta junto, imposible entenderlo separado ya que la esencia es Una.

La tríada de lo que es, creador, creación, criatura.

La existencia de uno no tiene sentido sin los otros dos, da igual el orden porque el caos es la esencia. Sin él y su magia no existiría la vida, el mestizaje, la magia de la evolución.

Nadie es puro, sin mezcla, todos somos cachitos de todos, por eso me puedo poner tus sandalias y no me molestan, si lo hicieran no habría entendido el regalo de estar aquí, la fortuna de estar viva y caminar a tu lado.

Aún así se me olvida de vez en cuando mirarte a los ojos, volviendo a formar parte de la desconfianza y el juicio.

Imperfecciones que no me quitan el sueño porque en él todo se vuelve a ordenar, vuelven los espejos.

¡Gracias!



sábado, 19 de marzo de 2016

Hay personas con las que mejor sólo en sueños

¿Por qué somos tan pesados?

¿Por qué si te gusta alguien le das tantas vueltas y no actúas?

Creo que es más sencillo.

Simplemente se trata de honestidad.

Voy a ser sincera. Sólo hay un hombre de los que me han acompañado en algún momento de mi vida que me sigue robando el sueño.

No lo entiendo, porque a pesar de hablar muy bien el idioma de la pasión y el deseo, el de la comprensión es incomprensible. Pareciera que habláramos japonés.

Así que he decidido no seguir enloqueciendo y arrancándome la piel cada vez que lo recuerdo. 

Por eso lo hago de mí siempre que quiero en sueños.

Me lo como, lo devoro, le hago decirme cosas bonitas y él me mira derretido.

Sé que en la realidad es un desquicie.

No soporto leer su manera de hablarme.
Y él no soporta escucharme al escribir.

Por eso he encontrado esta extraña manera de desintoxicarme.

Así lo voy olvidando poco a poco y no me dejo engañar por mis ganas, porque las suplo por mi fantasía totalmente consciente de ello.

Así me dejo en paz y a él también.

A favor de todo le quiero y deseo que sea feliz, ¡Ai shiteru!





jueves, 3 de marzo de 2016

Estreñimiento sexo-afectivo

En mi casa, de pequeña, las lágrimas eran censuradas.

En mi caso, de adulta, me cuesta llorar.

Las lágrimas se sufrían en silencio, como las hemorroides, la candidiasis, la prostatitis.

Enfermedades todas producto del estreñimiento sexo-afectivo que padecemos algunos por penetrar culos que se cagan en Dios, permitir la entrada de poyas amargas y meternos con coños estresados.

Algunos dicen que lo que escribo no tiene ni pies de cabeza. 

Exacto, a veces es así porque las lágrimas que no lloro son palabras paridas con mis entrañas, sin filtro mental socio aplicado.

Este mundo políticamente correcto ya no me sostiene.

Me estoy inventando uno nuevo, que por fortuna me están ayudando a crear otros y otras tanto locas y locos como yo.

Es un mundo donde podemos ser esa parte de nosotros que nos dijeron no tenía sentido.

Y con sentido propio vamos ahora por la vida, recordando cómo se lloraba y cuál es el verdadero nombre de las cosas.

Diciendo verdades como caricias y amando sin miedo a ser asustados.

Soy de esas personas que dicen gracias, por favor, lo siento, te amo, buenos días, hostia puta, qué rico eres, estámpame contra la pared, elijo descansar en ti.






martes, 1 de marzo de 2016

Chófe, pare la guagua que me quiero bajar

¿En qué nos hemos transformado? ¿Qué queda del amor?

Hoy leía en un meme que compartió una amiga: "el darle mucha importancia a los amores, los mal acostumbra", ¿en serio???????? ¿Hay que medir cuánto amor das para que no se mal acostumbren? ¿Qué clase de transtornados se mal acostumbran al amor??

¿Truco o trato?? Hoy el sexo es un trato del que excluyen al amor, como si eso fuera posible. Es la excusa perfecta de dos cuerpos deseosos de presencia pero que no se atreven a decirlo, para estar acompañados, para sentirse deseados, amados, pero no más de par de citas que luego nos flipamos y me cago tó o toa si empiezo a sentir más y tú me dejas, o al revés...

¡Qué horror!

¡Chófeeeee, pare que me mareo!!!

Ya no nos comprometemos, ahora fluimos, dándole un sentido banal y absurdo a una palabra tan bonita.

El amor parece un truco, o un maleficio, "¿dices que me quieres?, ¿yo creo que es sólo sexo? Tú lo que quieres es liarme, no no no, tú en tu casa y yo en la mía". 

Sí pero no, ¿quién coño se inventó al perro del hortelano? ¿Por qué le seguimos alimentando? Si quiere comer, que coma, si no, dejémosle en paz y que se muera de una puta vez. Como todos esos "amores" de telenovela..." Es duro ver cómo finges que no existo", "quiero que seas mía ", "estás trabada", "me gustas pero no para todo" 

¡Ay Dios, qué horror!

¡Chófe, pare la guagua, me estoy mareando!

El amor asusta. ¿Perdón?, ¿qué parte de la película me he perdido???? ¿No se trataba de todo lo contrario??

Dicen que en unos cuantos años, los robots sustituirán a los hombres en la cama, y algunas lo celebran riéndose y diciendo "lo ven, no los necesitamos para nada"

¿En serio?? ¿En serio prefieren el metal a la piel que se eriza con una caricia, un poyón de goma a una poyita rica que tocas y ya la encuentras húmeda por las ganas, una voz de contestador a una voz susurrante???

¡Qué horror!

¡Choooooofeeeeeee!!!!! Pare ya joder!!! Me quiero bajar!!! 

Quiero vomitar y vomitar y vomitar y vomitar hasta expulsar todo este sin sentido, toda esta mierda que ya no tiene nombre. Ya no es amor, no es sexo, no es felicidad.

Ya no me divierte esta sin razón, ya no me excita este juego.

Anoche mis cachorritas me hablaban del Taj Mahal, me decían que fue mandado construir por un sultán como regalo a su amada, que por eso fue creado con mucho amor.

Y yo me pregunto...¿existirán todavía amores de esos que quieren construir un castillo contigo y dejarse de construir castillos en el aire para todas? ¿Amores que te escriben canciones para bailarlas juntos??

¡Claro que sí!

Lo peor de todo, el horror de horrores, que el chofer de esa guagua soy yo y no la paro...