jueves, 21 de abril de 2016

No no y sí

Me aburro de mí cuando me contradigo pensando en ti.

Odio tener que enfrentarme conmigo cada vez que me encuentro contigo.

Quiero que te vayas de esta isla, lejos, muy lejos.

Quiero que te vayas a meditar debajo de un árbol al Tíbet, y que te pongas flaco, muy flaco.

Ya sé que soy mala, muy mala, conmigo y contigo.

Odio a la gente educada, esa gente que consiente todo a todos para ser aceptada pasando por encima de sí mismas.

Incluyéndome yo entre ellas.

Esa gente que enferma sus  cuerpos para dar pena y recibir la atención que no se atreven a reclamar.

Yo no quiero enfermar, quiero dejar de ser lo que los demás esperan de mí.

Por eso soy irreverente, deslenguada, agresiva, impaciente, sabionda e intolerante.

Trato mis carencias con quimioterapia emocional, confundiendo a mi bicho malo con el bueno, me enseñaron a ser buena con ellos siendo malos conmigo.

Me enseñaron que tenía que matar algo dentro de mí, aquello que molestaría a los que me quieren sin quererse.

Me enseñaron a respetar a los demás pero no a respetarme a mí, llenándome así de malas interpretaciones de mí misma.

Ahora tengo que aprender a quererme con todo eso y quererlos a ellos. Dejar de estar enfadada con la que me dio de comer escondiendo la mano que luego pediría su recompensa, como hicieron con ella.

Tengo que aceptar mi reflejo en su cara y hacer las paces con ella a través de mí, de mi victimismo proyectado en ella.

Tengo que mirarme en ese espejo y aceptar la belleza compartida, dejar de centrarme en la mala educación compartida.

Quiero comerme al miedo que llamaron amor, digerirlo, hacer trabajar bien a mi hígado y dejar que recuerde como separar la ira del afecto.

Quiero dejar que mi sexo recuerde el orgasmo, el placer, poder elegir su bienestar y desechar la paja mental.

Me quiero no me quiero me quiero no me quiero no me quiero no me quiero no me quiero no me quiero me quiero.

Me quiero querer...

Me quiero dejar en paz, dejar de compadecerme de mí misma, y tú, pobrecito, no se te ocurrió mejor idea que cruzarte conmigo en plena batalla de mí contra mí. Gracias, eres muy valiente.

No quiero que te vayas al Tíbet, no quiero que te pongas flaco, muy flaco.

Lo que quiero es poder mirarme en tus ojos y decirme, "lo estás haciendo bien Lola, ahora no confundes la paja con el Amor"


5 comentarios:

  1. Wowww!!! :) lo celebro! (y búscate otro lugar donde vivir) jajaja

    ResponderEliminar
  2. tu quien eres y por que hablas de mi ?????? por que sabes como me siento?????
    gracias

    ResponderEliminar
  3. qué bonito. Esta hablando de mi Sonia, y no de ti.....
    nos parecemos todas? un abrazo, y gracias

    ResponderEliminar
  4. Jajajajaja... Gracias a ustedes!! Ya veo que no somos solas...

    ResponderEliminar