Es como los pulmones que respiran solos aunque no te des cuenta, igual eres tú en mi cuerpo, te respiro sin tener que recordarte.
No te he olido hablar y sin embargo te respiro hace rato.
¿Que porqué lo sé? Porque recibo mensajes tuyos que me sorprenden y se me corta la respiración, me da un vuelco el estómago y me cabalga el corazón.
¿Cómo podrías celarme sabiendo todo esto?
En el amor no entran los celos. Son como los michelines al corsé.
Aún así te entiendo, porque a mí también me pasa. Me asusta no respirarte más, pero más me asusta ahogar tu respiración con mis inseguridades.
En el buen amor, el único que existe, si no no se llamaría amor, los dos vuelan sueltos y unidos al mismo tiempo.
Embelesados por el vuelo del otro, amando cada giro que aprovechan para unirse.
Así te amo yo, embelesada y respirando junto a ti.

No hay comentarios:
Publicar un comentario