jueves, 5 de octubre de 2017

Cantar versus dialogar

Me encantaría saber muchos más idiomas, no para hablar sino para cantar.

Creo que las discusiones deberían ser cantadas. Decir algo cantando lleva consigo un ejercicio de reflexión y creatividad, la creatividad lleva a la belleza, la belleza al amor y el amor al humor.

Imagínense a Rajoy cantándole en el parlamento a Puigdemont y viceversa, al final se partirían el culo.

Todos apelan a la historia para justificarse, pero, ¿desde cuando empieza a contar ésta?

¿Desde que éramos cazadores-recolectores? ¿Desde que el homo Sapiens empezó a desplazar al Neanderthal hasta que se extinguió? ¿Desde los primeros asentamientos celtas, íberos, fenicios, cartagineses, griegos? ¿Desde que la península ibérica formaba parte del imperio romano? ¿Desde que se estableció el reino visigodo? ¿Desde la conquista musulmana? ¿Desde la reconquista cristiana? ¿Desde que se casan los reyes católicos uniendo así el reino de Castilla y Aragón? ¿Desde Felipe II y el imperio español? ¿Desde la guerra de sucesión y  el triunfo de los Borbones? ¿Desde la invasión de Napoleón? ¿Desde la guerra de la independencia? ¿Desde la Primera República, desde la segunda? ¿Desde la guerra civil? ¿Desde el franquismo? ¿Desde la Constitución del 78?....

¿Dónde está el punto de partida? El punto de partida cambia según los ojos del bando que mire.

Todos creen defender la verdad, pero sólo cuenta la de ellos. 

Para mí, de existir algo verdadero, cada vez dudo más de si lo que observo es real o no, sería la perspectiva.

Todo es cuestión de perspectiva, por lo tanto subjetivo. 

La objetividad se pierde en algún lugar entre mi verdad y la tuya.

Me da mucha pena que enseñemos a nuestros hijos cómo deben tratarse entre hermanos, con amor y respeto y luego aplaudamos delante de ellos cuando alguien que consideramos de "nuestro bando", insulta, grita o golpea al "contrario".  

Sólo somos marionetas manipuladas por los que oprimen, chantajean, roban, manipulan y coaccionan en nombre de un sentimiento común para beneficio propio.

Ellos dialogan o piden enmiendas desde sus despachos mientras caldean, adoctrinan y encienden las masas para que salgan a las calles furiosos, encolerizados, ciegos de odio y así hagan el trabajo sucio.

Aún así, todavía creo en el poder de la palabra, no de cualquier palabra, de la palabra que sale desde el corazón, mostrando empatía, humildad.

La palabra que dice, "no pensamos igual, aún así te abrazo, porque quizás mañana todo esto en lo que ahora creemos se desvanezca y tú y yo, o nuestros hijos, permaneceremos. Prefiero permanecer como humano, cada vez con menos etiquetas".

La historia está en constante evolución porque la escribe y forma gente en constante movimiento. Luego la bandera por la que hoy morirías, quizás mañana no exista. ¿Eso no te da qué pensar?


No hay comentarios:

Publicar un comentario