jueves, 4 de mayo de 2017

La noche y el día dentro de mí

Qué fortuna haber tenido la noche y el día creciendo dentro de mí.

Paridora de mundos hermoso que crearán universos bellos, distintos aunque igual en esencia.

La espontaneidad alegre y la serenidad elegante.

Salma y Maya, Maya y Salma.

El mar que mece a la madre que baña de sal la vida.

La sal de las lágrimas que celebran las maravillas cotidianas y de las que limpian el dolor no llorado.

Sal del sudor que provoca el éxtasis de hacer carne al Amor y del que se cubre la piel y el alma cuando quieres conseguir lo que ya eres y no tienes.

Sin duda, el Amor es más salado que dulce...


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