viernes, 14 de abril de 2017

Qué bonito es mi padre

-Qué bonito eres papá, ¿tú sabes lo bonito que eres?
-¡Hum! Y a tu madre no le gusto...
-Jajaaja, bueno, yo tampoco le gusto a mamá...

¡Qué bonito es mi padre!

Hace poco fuimos al duelo del otro abuelo de mi sobrina. Cuando ella lo miraba llorando, desconsolada, a él no se le ocurrió ninguna frase petarda tipo: "no llores, es ley de vida", simplemente permaneció de pie con un gesto dulce y sincero, un gesto que admitía no saber qué decir. Mi sobrina lo abrazó rota, él la abrazó tranquilo, calentito, sin un objetivo a priori, ofreciendo su amor hecho cuerpo.

¡Qué bonito es mi padre!

Siempre tiene frases despertador, tan sencillas y ciertas que me hacen pensar..."cómo no se me ocurrió antes".

Tiene una sabiduría delicada y al mismo tiempo pragmática, lo complicado lo hace fácil, y si no sabe la solución, simplemente calla, observa y cuando te das cuenta lo resuelve por sí mismo sin preocupar a los que le rodean.

¡Qué bonito es mi padre!

Él fluye, siempre, se lo facilita a él y a los demás. No se estanca en caprichos para cambiar la realidad a la fuerza. Él es puro zen.

A veces siento que quiere compartir algo que le ahoga y le pesa, y cuando le pregunto si está bien, él siempre contesta:"Estoy de primera, porque de segunda no hay". Sé que no es del todo cierto, y también sé que él tiene su manera de autoregularse y siempre sale adelante con una sonrisa.

Tiene más vidas que un gato. Nació sietemesino hace 79 años y sobrevivió, hizo dos paradas cardiorespiratorias y sobrevivió, ha sido sometido a cuatro operaciones y ha sobrevivido. ¡Qué valiente mi padre!

¡Qué bonito es mi padre!

Me llena de dulzura su amor incondicional a mi madre, a pesar de su carácter agrio y dramático, él siempre la defiende, se preocupa por ella y la protege. Quiere jugar con ella y hacerle reír, aunque mi madre nunca lo entienda y se lleve desplantes y palabras cargadas de odio y frustración. Él pocas veces le responde, es tan respetuoso y sabio, sabe de dónde viene, todo lo que sufrió de niña. La acepta tal y como es, sabe que no puede salvarla y aún así permanece leal y fiel, lleno de amorosa paciencia. 
¡Qué gran maestro mi padre!

¡Qué bonito es mi padre!

¡Gracias papá! Por tu infinita sabiduría y amor de paz.

TE AMO


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