No necesitas a alguien para sentir que la vida tiene sentido.
Es maravilloso cuando sucede y también cuando no, cuando no tienes excusas para evitar bucear en ti.
Ojalá que cuando aparezca esa persona que tanto deseas te encuentre entera, desequilibrada de amor, pero completa.
No estás sola, nunca lo has estado y nunca lo estarás.
Sabes que te entiendo, el mismo dolor y la misma incertidumbre rasgaban mis entreñas cuando despertaba en mi cama vacía de testosterona, cuando llegaba a casa y un cuerpo masculino que me abrazara no encontraba.
Parece algo frívolo, algo egoísta, una nimiedad comparado con la nueva legislatura de Rajoy, pero las comparaciones siempre fueron, son y serán una mierda.
Sé de tus ganas de compartirte con alguien tan especial como tú, y tienes derecho a desesperarte, a gritar como las locas, a agarrarte a cualquier poya ardiente que te de algo de calor.
Y nada de eso te compensará.
Te aliviará, pero no recompondrá tu corazón, el corazón de la niña que te habita y se desgañita para que dejes de arroparla con sucedáneos de amor.
Lo único que ella te pide es que la mires, que la valores, que le digas que lo hizo bien, que se equivocaron con ella, que ahora lo ves y le das su espacio.
La abrazarás como nunca antes lo hicieron, le dirás que no hay nada de qué salvarse, por tanto no hay nada que temer.
La realidad siempre es benévola cuando te ocupas de ti y dejas a los otros en paz. Cuando tú estás bien, lo que te rodea está genial!!! Si tú cambias el mundo cambia.
Te quiero amiga

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