Ya no necesito preguntarme porqué será, sé la respuesta.
Sé que me puede la impaciencia, la incertidumbre.
Entonces me repito el mantra que me viene a la cabeza cada vez más fuerte, "descanso en la paz de la que sabe que su deseo de cumple", pero a veces no consigo apaciguar mi mente.
Mi alma lo sabe todo, sabe que ocurrirá, por eso está tranquila.
Aún así hay una parte en mí que se niega a esperar. Es indomable, y se escapa de mi cuerpo, y atraviesa el océano que nos separa para ir a buscarte.
Llega donde estás y te mira, quiere besarte, lamerte, comerte. Quiere acariciarte, tocarte, apretarte.
Son tan fuertes sus ganas, que logra despertar a la parte de ti que también escapa a tu control.
Y así tu parte mira a la mía, la besa, la acaricia, la aprieta y la penetra sin condón.
Cabalgan extasiadas, tu parte y la mía, estallando en gemidos de placer que nos hacen despertar al mismo tiempo empapados en sudor, con nuestro sexo húmedo y lleno de contracciones de placer.
Dicen que todo sucede por algo, por eso ahora podemos agradecer las circunstancias que, de pequeños, hicieron que nos refugiáramos en nuestra imaginación.
Porque ahora gracias a esa capacidad de imaginar tan desarrollada, podemos hacernos el Amor sin estar todas nuestras partes presentes.
Somos dueños del mundo "real" y del mundo de los "sueños".
Tú también lo sabes, por eso en tu nombre se puede leer "dos veces mundo"

No hay comentarios:
Publicar un comentario