domingo, 8 de octubre de 2017

Ya sabes quién es tu peor enemigo

De entre todas la cosas que me podrían asustar, no poder contar conmigo es la que más me aterra.

Imaginar situaciones posibles sobre lo que pueda ocurrir, no fuera sino dentro de mí.

Quedarme paralizada sin poder cumplir mis sueños.

Bloquearme ante situaciones que me llevan más allá de mi zona de confort.

No confiar en mí y en mi capacidad cuando alguien pretende intimidarme.

Sentir que soy culpable de ante mano sin saber siquiera de qué se me podría acusar.

Sentirme incapaz y dar media vuelta con el rabo entre las patas dando así la razón a los que dicen, "lo ves, no tienes conocimiento, no se puede contar contigo"

Me da miedo seguir creyéndoles, no escuchar mi voz interior. Me da miedo seguir desvistiéndome de mi.

Me da pavor no permitirme amar y ser amada  por dar crédito a los que dicen que no soy lo suficientemente como para merecerlo.

Me encanta la pregunta esa de, "¿si no tuvieras miedo, qué harías?

En este camino del miedo, me he hecho su amiga. Noto los síntomas de mi cuerpo cuando me habla a través de él.

Cada vez soy más capaz de mirarle serena y decirle que está bien, que le entiendo, sólo trata de protegerme.

Le digo que estoy aprendiendo a hacerlo sin él.

Le digo que ya no me ayudan esos fantasmas porque ya no necesito que me rescaten.

Hemos sido criados en la cultura del miedo y la culpa.

Nos han hecho pensar que tanto el peligro como la ayuda, vienen de afuera.

Nos han hecho dependientes de otros, del sistema, de Dios.

Todo para que olvidemos nuestro poder y ser esencial.

Es muy lindo, o a mí me lo parece, sentir miedo en algún momento, respirar y darme cuenta de que sólo es un pensamiento. Es muy relajante no necesitar un héroe.

Quizás esto también asuste un poco, el sentirte bien cuando eres independiente. 

Puedes pensar que te costará más estar con alguien, puedes pensar que te has vuelto intransigente o muy selectivo. 

No creo que sea así. Creo que es lo que otros sienten porque ya no te pueden manipular tan fácilmente, por lo tanto hacerte sentir culpable.

La culpa, esa es la siguiente en mi lista de amigos. No quiero seguir bajo su yugo, deseo darle su lugar y mirarla serenamente también.

Quiero aprender su capacidad de colarse tan sigilosamente en mi vida, quiero verla venir y darle la mano a tiempo.

Con mi amigo el miedo, he pactado un mensaje tranquilizador entre los dos. "No se trata sólo de mí, se trata de algo mayor que debe manifestarse y no vamos a decir que no"





jueves, 5 de octubre de 2017

Cantar versus dialogar

Me encantaría saber muchos más idiomas, no para hablar sino para cantar.

Creo que las discusiones deberían ser cantadas. Decir algo cantando lleva consigo un ejercicio de reflexión y creatividad, la creatividad lleva a la belleza, la belleza al amor y el amor al humor.

Imagínense a Rajoy cantándole en el parlamento a Puigdemont y viceversa, al final se partirían el culo.

Todos apelan a la historia para justificarse, pero, ¿desde cuando empieza a contar ésta?

¿Desde que éramos cazadores-recolectores? ¿Desde que el homo Sapiens empezó a desplazar al Neanderthal hasta que se extinguió? ¿Desde los primeros asentamientos celtas, íberos, fenicios, cartagineses, griegos? ¿Desde que la península ibérica formaba parte del imperio romano? ¿Desde que se estableció el reino visigodo? ¿Desde la conquista musulmana? ¿Desde la reconquista cristiana? ¿Desde que se casan los reyes católicos uniendo así el reino de Castilla y Aragón? ¿Desde Felipe II y el imperio español? ¿Desde la guerra de sucesión y  el triunfo de los Borbones? ¿Desde la invasión de Napoleón? ¿Desde la guerra de la independencia? ¿Desde la Primera República, desde la segunda? ¿Desde la guerra civil? ¿Desde el franquismo? ¿Desde la Constitución del 78?....

¿Dónde está el punto de partida? El punto de partida cambia según los ojos del bando que mire.

Todos creen defender la verdad, pero sólo cuenta la de ellos. 

Para mí, de existir algo verdadero, cada vez dudo más de si lo que observo es real o no, sería la perspectiva.

Todo es cuestión de perspectiva, por lo tanto subjetivo. 

La objetividad se pierde en algún lugar entre mi verdad y la tuya.

Me da mucha pena que enseñemos a nuestros hijos cómo deben tratarse entre hermanos, con amor y respeto y luego aplaudamos delante de ellos cuando alguien que consideramos de "nuestro bando", insulta, grita o golpea al "contrario".  

Sólo somos marionetas manipuladas por los que oprimen, chantajean, roban, manipulan y coaccionan en nombre de un sentimiento común para beneficio propio.

Ellos dialogan o piden enmiendas desde sus despachos mientras caldean, adoctrinan y encienden las masas para que salgan a las calles furiosos, encolerizados, ciegos de odio y así hagan el trabajo sucio.

Aún así, todavía creo en el poder de la palabra, no de cualquier palabra, de la palabra que sale desde el corazón, mostrando empatía, humildad.

La palabra que dice, "no pensamos igual, aún así te abrazo, porque quizás mañana todo esto en lo que ahora creemos se desvanezca y tú y yo, o nuestros hijos, permaneceremos. Prefiero permanecer como humano, cada vez con menos etiquetas".

La historia está en constante evolución porque la escribe y forma gente en constante movimiento. Luego la bandera por la que hoy morirías, quizás mañana no exista. ¿Eso no te da qué pensar?


viernes, 25 de agosto de 2017

Ama tu vida

Cuando sé lo que quiero y decido quedarme conmigo hasta sentirme haciéndolo realidad, a veces, aparece una hija no reconocida, la impaciencia.

Uno de mis "nuevo mejor amigo", el miedo, me contó uno de sus secretos. Igual ustedes ya lo conocían, yo lo descubrí hace poquito, ahí va..."Yo, el miedo, soy la impaciencia de que lo deseado ocurra"

Así de simple y llano, me dijo esto y se quedó tan pancho.

Si cuando descubres esto no eres capaz de parar un segundo, a veces días, a veces meses, la impaciencia llama a otra de sus coleguitas, "la duda".

Y empiezas a decir cosas como..."y si es que estoy demasiado cerrada, escéptica, exigente....", "y si debo darle otra oportunidad ", "y si necesita más tiempo ", " y si...." Y así una larga lista de posibles razones para quitarnos la razón.

Es entonces que decidimos agarrarnos a cualquier clavo ardiendo, en algunos casos también llamados pollas. Normalmente suelen ser clavos conocidos que utilizábamos como anestésicos temporales para cumplir con los sueños de la bella durmiente que nos enseñaron a ser. Otras veces son clavos recién salidos de la ferretería, con un brillo especial y aparentemente nuevos.

Ya sabemos que "un clavo saca a otro clavo"

Para entonces ya nos habremos olvidado de la mujer segura de sí misma que empezábamos a ser y volvemos al patrón habitual.

Ya nos olvidamos de la bandeja bien grande de 40 piezas de sushi que queremos y volvemos a conformarnos con la de seis que conocemos.

Volvemos a vivir y ver la vida desde la carencia y nos convertimos en aves carroñeras, esperando a los desechos, a los que otras aves majestuosas descartan y decimos que sí a los restos que dejan.

Olvidamos ese plumaje precioso que aleteaba confianza y libertad para amar plenas.

Y todo por no saber respirar mientras hacemos realidad nuestros sueños.

Te deseo que sueñes bonito y que entre sueño y sueño recuerdes respirar.

Aliento de vida, y la vida es amor.

¿Quieres que te amen? Ama tu vida


jueves, 13 de julio de 2017

Todo

Hay un lugar donde nada existe y todo es.

No hace frío y tampoco calor, es la temperatura justa de un abrazo, el tiempo justo de un beso.

Todo el mundo puede llegar y quedarse el tiempo que quiera, incluso hay algunos  que pueden edificarlo donde lo desean e invitar a quien lo precise.

Alguna gente no lo ve y pasa de largo, o saben que sería genial y necesario quedarse, pero encuentran motivos para posponerlo. 

Existen todos los comienzos y todos los finales. Te dan una pluma ligera y un tintero con tu sangre, tu saliva y tus lágrimas para que escribas lo que deseas que te viva.

Hoy se me acercó una niña y me dijo que  a veces puedes cambiar el final si aceptas las consecuencias que implica.

Me encanta la gente que se me cruza en este espacio. 

La mayoría sonríe, pero también los hay uraños, estos suelen ser mis preferidos, porque son los que se derriten más fácilmente. Sólo necesitan una sonrisa o un abrazo, a veces ni siquiera eso, con una simple mirada sincera te abren un poquito su enorme corazón.

Tengo un defecto, bueno, tengo más, pero éste es el que más me perturba. Soy intolerante a los pusilánimes. Me cuesta la gente que se pajea con el error ajeno o propio y no avanza.

Ya sé que los otros son mi espejo, por eso me perturba tanto ésta mi incapacidad de empatía para con ellos.

¿Qué parte de mí es pusilánime, qué parte de mí no me tiene paciencia para respetar mis ritmos y comprensión para permitirme llorar y gritar?

Mañana voy a ver a un ser que dicen es el gran arquitecto de este mundo. Me han dicho que si le haces la pregunta correcta, él te contesta con otra más certera aún.

Cuando llego a su casa, la puerta está abierta, un olor dulce y limpio que me resulta muy familiar, llega hasta mí llevándose mis dudas.

Atravieso la estancia y salgo a un patio bañado de verde, hay árboles inmensos, sus ramas no se tocan, pero sus hojas parecen hablar unas con otras.

En una hamaca descansa una niña. Me acerco para saludarla y ella me regala mi sonrisa, mi llanto, mi grito, mi derecho a equivocarme y seguir siendo amada, mis ojos tristes sin culpa por incomodar a otros con mis lágrimas, mi sexo inocente y mi sonrisa dignificada.

Esa niña soy yo. Esa niña no tiene preguntas. Esa niña sonríe respuestas 


miércoles, 28 de junio de 2017

Montañas

¿Qué amamos de la gente que amamos?
¿Qué queremos decir con las palabras "te amo"?
¿Qué sentimos cuando escuchamos "te amo"?
¿Somos capaces de amar incondicionalmente?
-"¿Sabes por qué duermes plácidamente? Porque te sabes bien amado"

La mayoría tenemos el concepto de "amar" como algo ajeno a nosotros. Algo que sólo puede ser recibido por alguien de afuera y algo que sólo podemos entregar a alguien fuera de nosotros.

De pequeña me asustaban las montañas. Cuando atravesábamos algunas de ellas en coche, cerraba los ojos y no los volvía a abrir hasta que casi desaparecían y en su lugar se divisaban casas o edificios sobre superficies planas.

Algunas culturas, tradiciones o ideas, asocian la montaña con la madre.

Hace poco le escribí y leí una carta a mi madre.
Le dije que mi manera de honrar su decisión de darme la vida, era ser feliz.
Le dije que agradecía ese enorme regalo. Le dije que la quería y le dije que no la necesitaba.

Hace tiempo que no me asustan las montañas.

Hace tiempo que no confundo el amor con necesidad.

Creo que somos muy deshonestos con nosotros mismos. Creo que hablamos de amor cuando en realidad de lo que queremos hablar es de "sálvese quien pueda"

Nos da igual el otro, lo que nos importa realmente es sentir ese subidón que se experimenta cuando recibimos un mensaje, "el mensaje", de alguien en quien hemos depositado la responsabilidad de darnos lo que nosotros no somos capaces de otorgarnos a nosotros mismos.

No nos han educado para autocomplacernos, para entender que se empieza a cambiar el mundo cuando eres tú el que cambia, y que el motor de ese cambio es el amor propio, es el amor a tu cuerpo y mente tal y como son.

Nos sometemos a cualquier sucedáneo, invertimos energía en las carencias solapadas por amores fugaces y fantásticos que sabemos no se perpetuarán, pero nos da igual porque somos adictos.

El adicto no cuestiona su droga, sabe que no es lo mejor para su vida, pero sí para momentos, esos momentos que nade ni nadie podrá llenar de amor a  menos que seas tú el primero en dártelo.

¿Cómo podemos decir que amamos a alguien que nos menosprecia, humilla , o esquiva, o a alguien que simplemente no nos elige? Me dan igual los pretextos, las circunstancias. ¿Por qué empezamos historias que ya están torcidas desde el principio?

Yo lo hacía. Elegía historias torcidas, elegía aprender a través del dolor.

Entonces llegó un capitán de ojos azules que me hizo meter el dedo en la llaga hasta hacerla reventar, hasta cubrirme con el pus y obligarme a mirarme en el espejo.

Me vi tan fea, tan comida por gusanos que yo misma ayudaba a alimentar...

Reconocí el síndrome de Estocolmo. Me rompí, me lloré, me lamí los cortes de dentro hacia afuera.

Decidí no esperar más y darme lo que sólo yo podía darme para ser capaz de entregarlo.

Me gustan las montañas. ¿Habrá alguna idéntica a otra, o son como las huellas dactilares, irrepetibles?



jueves, 4 de mayo de 2017

La noche y el día dentro de mí

Qué fortuna haber tenido la noche y el día creciendo dentro de mí.

Paridora de mundos hermoso que crearán universos bellos, distintos aunque igual en esencia.

La espontaneidad alegre y la serenidad elegante.

Salma y Maya, Maya y Salma.

El mar que mece a la madre que baña de sal la vida.

La sal de las lágrimas que celebran las maravillas cotidianas y de las que limpian el dolor no llorado.

Sal del sudor que provoca el éxtasis de hacer carne al Amor y del que se cubre la piel y el alma cuando quieres conseguir lo que ya eres y no tienes.

Sin duda, el Amor es más salado que dulce...


domingo, 16 de abril de 2017

"Lilith, uno de los primeros cuentos del patriarcado"

Lilith fue la primera mujer de Adán, creada a partir de polvo, como él, a imagen y semejanza de Dios.

Adán y Lilith no se llevaban muy bien, ella rebatía las decisiones de Adán si veía discriminación. Cuando él quería hacerle el amor poniéndose encima, ella protestaba diciendo que los dos habían sido creados por igual, luego no entendía porqué debía colocarse debajo.

Adán no aguantaba más sus desplantes y se quejó a Dios.

Adán no dijo: "Ay Dios, desearía tener la capacidad de entender a este ser maravilloso que creaste a tu imagen y semejanza como a mí". Estas cosas se ruegan, perdón, se exigen a la mujer, como en el cuento de la Bella y la Bestia. Bella, debía escarbar hasta llegar al corazón de la Bestia, porque es allí donde está la belleza. 

Adán dijo: "Choh pa, miravé la tía ésta que no me entiende!!! Yo no tengo "energy" pa esto, habla con ella, fuerte perretosa-rebelde-histérica"

Dios llamó a Lilith a capítulo y ella le dijo que no se iba a someter, Dios le dio alas para que decidiera, o se quedaba en el paraíso como la mujer de Adán o se largaba de allí.

Lilith, harta de no ser mirada y comprendida ni por Adán ni por Dios, arrancó la penca y se fue al Mar Rojo a follarse a todos los demonios que allí vivían.

Las malas lenguas, aquellas que no podían proporcionarle orgasmos infinitos, o las que se sentían rechazadas por ella, empezaron a decir que era un súcubo, es decir, un demonio con apariencia de mujer que seducía a los hombres. Cómo me suena esto. También decían que se comía a los recién nacidos, de hecho, "nana" en inglés se dice "lullaby", que viene de "Lilith bye", lo que quiere decir: "chacha Lilith, vete de aquí, déjame al chiquillo tranquilo".

Yo prefiero imaginármela como la tía divertida que llega de visita cuando El Niño duerme y lo despierta para jugar con él, aunque sinceramente no sé si lo hace por alegría o por molestar a la amiga que eligió un camino distinto al suyo.

Mientras tanto, Adán iba llorando por los rincones del paraíso, maldiciendo a "la zorra" de Lilith por no entrar en vereda.

Dios al verlo tan triste e impotente, esperó a que se durmiera para quitarle un trocito de costilla y crear a Eva, una mujer sumisa y dócil que siempre estaría en deuda con él por la costilla que le regaló para que fuera encarnada. 

Eva, a parte de ser mujer, era un ser humano, y como tal, tenía también sus capacidades. Una de ellas era la curiosidad, así que un día se le antojó probar una manzana del árbol prohibido y.....zash!!!! Castigo De Dios!!! "Parirás con dolor" y no sé qué otras barbaridades por desobedecer la ley. Adán también se comió una manzanita, pero él argumentó: "Ay Dios mío, yo qué sé, yo no tengo "energy" ni discernimiento, de eso se encarga mi mujer, bastante hago ya con cuidar tu jardín y retozar en él"...

Y una vez más, Dios entendió a su hijo mimado y condenó a la mujer que se rebelaba.

Ay!, Eva, mi niña quería, deja de criar hijos perezosos, egoístas y mimados, piensa un poquito más en ti y ocupa tu lugar como parte indispensable en la vida del paraíso. Enseña a tus hijos a respetar la vida, independientemente del género. Deberías quedar más con Lilith para un café o correrte una juerga de vez en cuando.

Lilith, mi amor, afloja un punto, empieza a venerar de nuevo tu casa, tu útero que es sagrado, deja de tratarlo como un vertedero donde cualquiera puede sacudir su energía. Cuidado con el Tinder que, a veces, lo carga el diablo. Queda más con Eva para un café o un spa.

Y tú, Adán, mi niñito, asume de una vez el rechazo de Lilith, haz terapia, acepta que no eres el rey del mambo, que la gente que te rodea no tiene que complacerte porque sí, porque eres el hijo mimado De Dios. El afecto y el respeto se da si lo quieres de vuelta. Hazte responsable de tu vida, agradece el regalo que es vivir en el paraíso, corta el cordón ublical con papá y deja de buscar mujeres para que te consuelen por el abandono de Lilith, satisfagan tus necesidades y carguen con la culpa si algo no sale como tú habías planeado.

Nota de la autora: ésta es mi interpretación personal, por tanto subjetiva, de uno de los primeros mitos judeo-cristianos. No pretendo ser feminista o machista, sólo invito a la reflexión sobre él. Para mí sigue teniendo mucho peso y presentra grandes similitudes con la sociedad actual.